“La primera vez que pisé un escenario fue en Las tardecitas de Argentino”
Cada 29 de mayo se conmemora el Día Nacional del Folclorista, en honor a Andrés Avelino Chazarreta, quien dejó una huella en la historia de la música tradicional de Argentina. Diario Cuatro Palabras dialogó en esta fecha especial con el músico Daniel Fittipaldi sobre sus inicios, la carrera en la que se formó y la actualidad del escenario musical en Chacabuco.
Por Josefina Poy
- ¿Cómo entraste en el mundo de la música, qué momento definirías como tu inicio?
- Fue un poco de casualidad, yo era muy chico, tenía nueve años y en mi barrio, en el Club Argentino específicamente se hacían los domingos “Las tardecitas de Argentino” que era un concurso de canto donde participaban adultos y niños. Fui de curioso a ver cuando iniciaban -porque duraba varios domingos- con mi prima y otros chicos del barrio, como yo cantaba en la ducha me “chucearon” un poco para que me suba al escenario. La primera vez que pisé un escenario fue ahí, en “Las tardecitas de Argentino” que estaban conducidas por “Machito” Cámera.
Después del servicio militar, en principio de los 80, empecé a agarrar la guitarra por cuenta propia, con amigos y de ahí en adelante no he parado. Con alguno o con otro hicimos algo de música.
- ¿Qué género preferís tocar?
- Siempre folclore, y dentro del folclore todo, cada zona es muy rica en autores, en compositores. Siempre considero al tango dentro de lo que es nuestro folklore argentino, del Río de La Plata. En general toda la música folclórica por todos los puntos cardinales, la región pampeana con sus milongas, sus cifras y sus décimas tiene muchísima riqueza. Eso hace que me incline siempre a la hora de elegir música que sea folclórica. De intérpretes, Mercedes Sosa, Alfredo Avalos, Atahualpa Yupanqui, Enrique Espinoza, Oscar del Cerro, Hugo Díaz con su armónica. Por ahí van mis gustos musicales.
Hoy tal vez hay nuevos referentes, me gusta Rally Barrionuevo, Nahuel Pennisi y Jose Luis Aguirre, un autor y compositor del valle de traslasierra, Córdoba, que hace cosas muy lindas.
- ¿Hay algún momento en tu vida como músico que hayas destacado o sientas que te dio mucha satisfacción?
- Uno empieza haciendo música por las ganas de expresarse, después el tiempo va pasando y uno aprende más, se va profesionalizando y el camino se abre. Por supuesto, durante muchos años pude vivir de la música y a través de ese camino darme muchos gustos. Quizás el mas importante fue haber tocado en Cosquín, en el escenario mayor allá por el 2000, acompañando a Belén Steingold, una cantante de la ciudad de Necochea con quien recorrimos muchos caminos, anduvimos por Chile. También junto al Pampa Cruz, formamos un trío que lo acompañaba llamado “Los manos sucias” con él estuvimos en Jesus María, en el Festival de Diamante, Entre Rios.
Anduvimos por la mayoría de las fiestas nacionales y provinciales, recorrer mucho, tener muchos amigos, pisar esos escenarios y compartir con artistas reconocidos, fue de las cosas más lindas que me han pasado.
- Vos arrancaste en el Club del barrio, en ese tipo de festivales o eventos, ¿cómo ves la escena actual de chacabuco? ¿sentís que esa tradición sigue o desapareció pero hay otras?
- Chacabuco está en un muy buen nivel musical, eso abarca todas las expresiones musicales, ya sea folklore como el rock u otras manifestaciones digamos. Hay mucha gente dando clases también, haciéndolo muy bien y son semillas que germinan, está lleno de chicos y gente joven que hacen las cosas muy bien. Espacios siempre hay, como siempre hay que buscarlos y ganarlos pero hay lugares, no ha decrecido sino al contrario, se cuenta con mucha información que genera por suerte muchos músicos.
- Finalmente, ¿estás con algún proyecto en la actualidad?
- No estoy últimamente con ningún proyecto, estoy como sonidista en el Teatro Italiano y mis fines de semana están bastante ocupados. Mis últimos dos proyectos fueron “Ahicito Trío” junto a Mariana Speziale y Sergio Astudillo y “No hay dos sin tres” con Vanesa Provenzano y Gabo Reynoso, ambos concluyeron hace poco más de un año. Ahora ocasionalmente suelo participar en “La taba”, un grupo formado con Fernando Albamonte y Toto Benvenuto pero no, no hay otro proyecto, no puedo atarme por miedo a “incumplir”.
Y suelo acompañar a mi hija, a Chiara, eso me da muchísimo placer en esta etapa de mi vida, poder hacer música con ella.
Me gustaría, para terminar, recordar a nuestros mayores, gente que ha marcado el camino. Que cuando uno era un niño a través de la radio, de LT 36 Chacabuco, solía escuchar en programas al querido Yayo Varela, a Rogelio Vieyra, a Martín Ross, Hugo Bertachini, referentes como Carlitos González y Ramón Lareu que con su programa de radio marcó el camino de muchos de los que después iniciamos está etapa dentro del folklore.