El salón del Sindicato de Choferes fue el escenario para que las glorias, hinchas, simpatizantes y familiares de jugadores y exjugadores, vivieran la especial noche de festejos de los cien años del club River Plate. De esta manera, los Millonarios de Chacabuco se suman al reducido grupo de clubes de la ciudad que arriban a este histórico cumpleaños, como ya lo hicieron Porteño, Huracán y el próximo año será el turno de Argentino. Más de 600 personas se acercaron para vivir una gala especial, cargada de emociones, recuerdos y reencuentros, que en algunos casos fueron expresados desde el escenario que se había montado para ese fin. También se exhibieron trofeos que el club de calle Callao obtuvo a lo largo de su primer centenario.
La palabra del presidente
El vecino Juan Maggi tiene el privilegio de ser el presidente de River en su centenario y así lo hizo saber, “es un gran honor y responsabilidad al mismo tiempo estar cumpliendo los 100 años del club, que no es poco por los tiempos que corren que una entidad sin fines de lucro pueda llegar a 100 años de vida”, expresó la máxima autoridad riverplatense dando forma protocolar a los festejos. Mas adelante, detalló cuál es la actual situación del club y dijo “ es un tiempo institucional con una comisión renovada, con gente joven que se ha sumado y los que estaban siguen acompañando. Hay muchos proyectos, ideas nuevas y esperemos que con el correr del tiempo podamos concretarlas” Por último, destacó la gran concurrencia a la cena del aniversario, “La aceptación y la convocatoria ha sido muy buena, mucha difusión con una gran historia ameritaba estar en un marco como este”, terminó diciendo Maggi.
En nombre del padre
Alberto Muhape, hijo de Elio, quien fue presidente de River e inauguró el estadio del club que fue el primero con tribunas en la ciudad, también estuvo presente. “Estoy contento, River es el único club que hace 100 años que juega al fútbol de manera ininterrumpida y eso es emocionante. Juntarme con gente que ha estado haciendo cosas en la cancha es realmente emocionante”, dijo el hijo mayor del entrañable Elio Muaphe, con cuyo nombre fue rebautizado el estadio que transitó durante décadas.
Mas adelante, Muaphe (h), de profesión abogado, residente en Capital Federal, se refirió al estadio y ratificó el orgullo de ser parte de eso, “la inauguración fue un anhelo de River porque nunca había tenido estadio, fue hermoso. Con el tiempo se fue avanzando en muchas áreas y siempre va creciendo”.“River siempre estuvo en las primeras líneas de todo, ahora es lindo porque va a seguir haciendo fútbol, se suma el femenino y muchas cosas más”, destacó sin poder disimular su alegría.
Emoción de los protagonistas
En la previa se sentía que la fiesta millonaria estaría cargada de fuertes recuerdos, vivencias personales dentro y fuera de la cancha. Manuel “Grillo” Falcon fue uno de los que le dedicó mucho tiempo en la preliminar y luego pudo narrar algunas de las tantas historias que se guardan para siempre en el baúl de la memoria. Cuatro Palabras fue a consultar a quien debutó en la primera del club a los 15 años y en estos días se transformó en la cara visible de los que estaban presentes y de algunos que por distintos motivos no pudieron ser de la partida.
“Vuele arquero, vuele que es gol”
Si la noche del sábado estuvo cargada de marcados sentimientos, sin dudas uno de los momentos imborrables fue el recuerdo de el gran “maestro”, Ángel Ramírez. Director Técnico de la inferiores de River con decenas de títulos en su haber y desde donde, tal vez sin imaginarlo, anticipó lo que serían las futuras escuelas de fútbol infantil. Entre las infinitas anécdotas que deambulan en la cabeza de centenares de pibes que hicieron sus primeras y mejores experiencias en los entonces áridos terrenos de la Cancha Auxiliar, "Grillo" recordó aquella frase “vuele arquero, vuele que es gol”. Para eso nuestro interlocutor hace una referencia a quien más supo de volar, tanto fue así, que cruzó la Cordillera y fue gran figura del fútbol profesional de Chile e incluso jugador de la selección de aquel país. Sergio Bernabe “Pichi” Vargas, era el orgullo del “Maestro”, de haber tenido el privilegio de entrenar la destreza natural, los reflejos como rayos, el amor incondicional por el fútbol y la integridad personal para bancarse el desafío de toda su formación en Independiente de Avellaneda apenas cuando despuntaba su adolescencia. "Pichi" es el inspirador de uno de los tantos grupos de WhatsApp que justamente se denomina “Superman y sus amigos”. A ese grupo se refiere Rody Minguillo, uno de los jugadores más exquisitos que vistieron la casaca número 5 del club y que el sábado por la noche ofició de vocero anunciando la placa que con el nombre de Ángel se lucirá en el vestuario local. Ahi también aparece un audio de José “el Negro” Canelo, y recuerda aquella tarde cuando le tocó quedarse con la camiseta numero 13. Desde ese mismo espacio de comunicación, Manuel Falcón continuó en su rol de cronista de este medio. Aparecen audios recordando personajes históricos como Miguel Balbiano, Rubén “el Mono” Buscalia, Sergio Rocha, que los días sábados tomaba el tren desde Rawson para venir a jugar en las inferiores. La lista de nombres se hace interminable, pero se pueden apuntar "Manucho" Emateguy, el "Lobo" Ceunick, "Tatita" Flores, que debió abandonar su carrera por una grave lesión en la rodilla. "Grillo" también habla de su debut a los 15 años, recuerda su primer gol en el Estadio Municipal (actual plaza 5 de agosto) y vuelve sobre los anónimos que hicieron grande a la institución. Aparecen “Perilla”, el encargado de cuidar el campo de juego, "Pirucho" Gargaglione y por supuesto Elio Muaphe. Y ahí está el club River Plate, su merecida fiesta, un nuevo nombre para el estadio, una placa para el vestuario local, y esta pequeña crónica que seguramente pecará de injusta por ser apenas un exagerado mínimo recorte de cien años de historia y recuerdos "Millonarios".
