Hace 17 años Messi vestía por primera vez los colores de sus amores en un amistoso disputado en Budapest y no pudo ser peor para la “Pulga”, ya que solo duró 45 segundos en cancha por una expulsión. Momento difícil para Leo, ya que pensaba que ese era su último partido con la Argentina, pero sin saberlo, fue el comienzo de una gran era.
En medio de la posibilidad que tenia el rosarino de sumar a la selección española por haber estado desde chico en aquel pais jugando en las juveniles del Barcelona, su familia, mas precisamente Jorge, su padre, se movio para que desde AFA vean a un pequeño que la rompía en la “Masía” y que se apuren en llevarlo para la selección de Argentina porque en España lo querían.
Ese momento fue clave para que la “Pulga” pueda vestir los colores de su pais, de los que siempre amo y anhelaba vestir, primero en divisiones juveniles, hasta que llego el momento mas esperado y que le puso fin a la remota posibilidad de defender los colores de una nación que no era la suya, el debut con la selección mayor. Jose Néstor Pekerman le dio esa oportunidad.
Fue un 17 de agosto de 2005, en Budapest, un amistoso frente a Hungría que termino con triunfo argentino por 2-1 con goles Maximiliano Rodríguez y Gabriel Heinze., un partido intrascendente sin tantas emociones, pero el foco estuvo puesto en el pibito de 18 años que la rompió en la juveniles del Barcelona y daba sus primeros con el primer equipo.
El momento tan esperado por él y el pais, ya que veia de ser figura en el mundial sub-20 que Argentina se consagró campeón en Holanda, la expectativa era mucha y el jovencito entró a los 18 minutos del segundo tiempo en lugar de Lisadro Lopez, lo que nadie se iba a pensar, es que su primer partido seria tan accidentado como fue. Solo duró 45 segundos en cancha, ya que intentó sacarse de encima al lateral Vilmos Vanczák con un manotazo que rozó el rostro del húngaro, quien exageró y convenció a Markus Merk (árbitro de aquel partido) de mostrar la tarjeta roja.
"Pensaba 'entré y me echaron, no me van a llamar nunca más'. Fue terrible", expresó la “Pulga” en una entrevista con TyC Sports. Fue asi, un momento duro porque cuando termino el encuentro, los jugadores lo encontraron llorando en el vestuario junto al utilero. Ahí, los referentes de esa selección lo consolaron.
Como obra del destino, ese primer partido de Messi estuvo presente en pujatense Lionel Scaloni, quien fue el mas exaltado en pedir que cancele esa roja, pero no pudo cambiar la decisión del colegiado de ese cotejo. Hoy, están juntos, desde otro rol, Scaloni desde el banco dando las indicaciones y Messi como líder, capitán y ya como el mejor del mundo dentro de la cancha.