El entrenador del “Celeste”, Luis Nanni, habló sobre cómo se prepara el equipo para el Campeonato, donde aspira ser protagonista. Además, se refirió a las propuestas que tuvo de otros Clubes, y por qué decidió quedarse en Rivadavia.
¿Cómo arrancaste la pretemporada? ¿Cómo está el equipo de cara al inicio de un nuevo torneo?
Lo principal, que es lo que le decía al grupo que no siempre pasa, es que los tres nos elegimos y en un 100%, los dirigentes eligieron mi continuidad. Yo elegí a los jugadores, fue todo mutuo, una elección mutua. Nos quedamos con tantas ganas de seguir, de una revancha, que se quedaron todos. Vos te das cuenta en el ambiente, los chicos no fallan a entrenar, están muy entusiasmados, conscientes de que es un campeonato duro, que invierte, pero tenemos nuestras armas, y creo que lo principal es esa unión y esas ganas de superarse, que nos anima..
En el segundo torneo encontraste el equipo, y esa base que hablás será la base para este año?
Es verdad. De entrada, nada que ver cómo arrancó este año con el año pasado, porque Rivadavia -por una situación u otra- nunca podía repetir ni cuerpo técnico ni jugadores de un año a otro. Entonces eso hacía que le costara siempre volver a armar otra vez, adaptarse. Entonces ahora, por lo que me decían los chicos, es una de las pocas veces que se volvió a repetir lo mismo. Creo que estamos fuertes. De entrada yo tuve que hacer un trabajo muy difícil en el rearmado, después nos fuimos asentando con el tiempo, y terminamos haciéndoles partido a todos, y eso entusiasmó. Pero no sólo eso, porque son pibes que todavía tienen que mejorar, una de las causas por las que yo me quedé, porque la gran mayoría tiene un gran caudal de mejoras, y hasta uno mismo puede mejorar. Cuando tienen esa edad y uno los tiene seguido trabajando, lo va armando al estilo que uno tiene.
Hubo tres jugadores que recuperaste, tres que todavía no estaban jugando: Federico Ríos, Franco Schiavoni, Joaquín Cicerchia, que demostraron después, ser importantes
El primer año fue para eso, para que se acerquen jugadores, sabemos que Rivadavia es un equipo humilde, no lo eligen como primera opción los jugadores, entonces hay muchos jugadores que tienen muchas condiciones, pero que -por distintas circunstancias- no juegan, entonces uno tiene que estar atento, para tratar de recuperarlos. Después trajimos al “Negrito” Coronel, que es un pibe que pinta lindo, estaba en San Martín. Si nombras a todo el equipo, que seremos 17 o 18, cualquiera que yo elija poner está bien, tenemos que estar unidos. De los primeros 11 que me toca poner, no van a ser definitivos, y la única forma que no dejen de ir, como suele pasar en el fútbol amateur, cuando no les das nada, empieza el problema. Fue lo que me pasó los otros dos campeonatos, el primero se notó más porque estábamos muy cortos, por demás. Después incorporamos a Soria, a Federico –su hijo- y a Franco y, así y todo, el primer partido con San Martín tuve cuatro lesionados. Pero, por lo menos, como habíamos incorporado tres chicos más, la pudimos pelear. La clave es esa, que el jugador entienda que si hoy no le toca, mañana le puede tocar, y tienen que estar bien todos. Me acuerdo también del “Pola”, Brian Buffa] . La gran mayoría te da la sensación de que tienen todavía más, y a pesar de que terminaron bien, más dos jugadores que vamos a incorporar -y un año más trabajando con todos ellos- podemos estar a la altura.
Hubo clubes que te querían llevar como entrenador, pero vos decidiste quedarte en Rivadavia, apostando por este proyecto.
Si, la verdad es que fue así. Acá nos enteramos de todo, fue muy concreto. Dos o tres equipos que anduvieron ahí, pero sinceramente, primero porque hay una relación impresionante entre las tres partes. También por lo que te acabo de decir último, el fútbol no es sentimiento del todo, a veces tenés que dejar los sentimientos aparte. Pero yo le tengo mucha confianza al equipo, no es que me quedo porque me siento cómodo y voy a poner la cabeza en la guillotina. Me quedo por eso mismo que te dije en las palabras anteriores: todos esos chicos todavía tienen para más. Si nosotros mejoramos eso y embocamos los dos refuerzos que vamos a traer, a mí me parece que no somos menos que nadie. Entonces, en un lugar donde estás cómodo, estás bien, te brindan todo, y yo prometí de entrada por lo menos dejar algo… Si yo me iba, no dejaba nada en el Club. Me tentó, me gustó, son equipos que uno desea dirigir, pero todo va a llegar a su tiempo. Si se tiene que dar, se va a dar a su tiempo. Hoy me brindó todo Rivadavia, y me parecía a mí íntimamente que -si me iba- no concluía el laburo. Después de este año se verá, tenemos muchas ilusiones, nosotros pensamos arriba, ya Rivadavia no piensa más abajo. Yo creo que este año no era para irme, porque era dejar el laburo sin hacer. Hay que pensar de todos lados, hay que ponerse del lado de Rivadavia, la gente que hace el esfuerzo. Así que lo decidí y acá estamos, pasando el día a día. A la larga todos queremos salir campeones, pero la copa se oxida, lo que vale es lo que vos vivís, las alegrías que vas llevando, día a día. Hoy estoy esperando la hora para ir al entrenamiento, y eso no me lo saca nadie. No me lo va a cambiar levantar una copa o no, por eso decido seguir por lo menos este año.
Rivadavia estará entre los candidatos al título?
Hoy pongo a Rivadavia entre los candidatos, porque demostró -en el último campeonato- que estuvo a la altura de las circunstancias.
Eso también lo hablamos con los chicos, hubo un ida y vuelta y a mí me gusta que hablen, y el común denominador fue que el grupo nos tienta a todos. Pero también se habló de que les da orgullo que ahora, más de uno, dice “Ojo con Rivadavia”. Pero eso son sólo palabras, hay que demostrarlo, hay que entrenar. Ahora no hay partido fácil, todos se están armando muy bien, la mayoría tienen técnicos de jerarquía, va a ser hermoso, la verdad me encanta. Rivadavia va a ser protagonista y va a dar guerra, nosotros vamos a ser competitivos.
