“Patita” Minervino: un histórico bien vigente

El ídolo de Chevrolet vive un buen presente como motorista de Juan José Ebarlín en Turismo Carretera, y en el TC Pista junto a Matías Canapino. En una extensa nota con el equipo Campeones habló de todos los temas. Aquí les dejamos algunas de sus reflexiones.

Decir “Patita” es nombrar a Luis Minervino, con eso basta para referirse al ídolo de Chevrolet, que durante años fue un gran representante de la marca dentro del Turismo Carretera.

El vecino de Chacabuco mantuvo un extenso diálogo con Campeones, no solamente para hablar de su actualidad como motorista de Juan José Ebarlín en Turismo Carretera, y en TC Pista de Matías Canapino, teniendo con ambos un destacado presente. También recordó su época como piloto, la relación especial con Alberto Canapino, la presión que reciben algunos jóvenes volantes por parte de sus padres, entre otras cosas. 

Sobre sus inicios como piloto recordó: “Arranqué con un 128 junto al “Oveja” Mancuso. Después en el ´83 hice Fórmula Renault, posteriormente la Entrecor y ahí vino el año que estuve parado, con vacaciones forzadas (recibió una suspensión tras el incidente protagonizado en el autódromo de Las Flores con Miguel Ángel Etchegaray). En el TC estuve desde el 88 al 2006 como piloto y luego como preparador de autos y motores”

 “A “La Diabla” la hicimos en el verano del 93/94. Ese auto lo armó Fabián Fuentes con Miguel Lopresti, quien le puso “La Diabla”. Él es hincha fanático de Independiente y de ahí el nombre, ese auto fue bárbaro”. rememoró

 

El TC, la ruta y el Autódromo de Buenos Aires

“Fui muy respetuoso de la ruta, pero gané en varios lugares. Cuando llegué al TC en el 88 con 29 años, la media de los pilotos era de 40 años, te enseñaban muchas cosas, había una conducta como persona. La ruta era linda, era la pasión de la gente, fue una época maravillosa”.  “El autódromo de Buenos Aires siempre me cayó bien, ahí iba con mucha garra y pasión. Ganar en Buenos Aires era una gran proyección para que te conozcan.El Autódromo era como el patio de mi casa, lo respetaba y lo quería mucho”.

También contó cómo conoció a Alberto Canapino “Cuando compro el Fórmula Entrecor conocí a un muchacho que trabajaba en el taller de Berta, un gordito, que era Alberto. En el año 92 busqué un chasista fuera del TC y me acordé de Alberto, ahí debutamos justo en la última carrera que ganó Mouras, estuvimos muchos años juntos, tengo un gran recuerdo”

 

El presente con Ebarlin y Matías Canapino, sus pilotos

“A Ebarlín lo cargo y le digo que al fin levantó los brazos, tuvo un nivel excelente en Rafaela. Ojalá se pueda mantener, fue todo óptimo, es muy difícil el TC”. “Matías tiene todo muy ordenado, es muy inteligente, es un chico muy autocrítico, te dice cuando se equivoca o no maneja bien, eso lo valoro mucho, si no pierde eso llegará re lejos”.

 Finalmente dejó un mensaje para los jóvenes y sus padres: “Algo fundamental es el apoyo de la familia y como tienen que trabajar los padres con los chicos, eso se ha perdido. Si la maestra te reta es por algo, eso se fue perdiendo como sociedad, costará años cambiar”

“No me quedan dudas de que hay presiones sobre los chicos. Cuando yo corría en Karting mi papá me decía: corré bien y no choques, si te equivocás arréglate con los comisarios”.