El entrenador de la Selección Argentina, Lionel Scaloni, no suele brindar entrevistas individuales. Prefiere expresarse en conferencias de prensa, más allá de algún contacto a solas en ocasiones especiales. Pero hizo una excepción con La Selecta, el podcast dedicado al equipo nacional que llevan adelante los periodistas Martín Reich y Sebastián Varela del Río.
En nacido en Pujato volvió a pisar su tierra natal, la pequeña localidad de Santa Fe y que es todo un emblema para el pueblo, "Después de tantos años, volver a mi casa, donde nací, aunque esté un poco cambiado sigue siendo mi casa, sigue siendo el lugar donde de chiquito jugábamos a la pelota. Yo vivo muy cerca del campo, a 50 metros ya tengo tierra. Y me trae muchos recuerdos. Es normal que uno se sienta cómodo y, valga la redundancia, se sienta como en su casa".
Se refirió a cómo fue el cambio desde su llegada a la selección en Pujato, "Con todo esto que pasó con la Selección (los títulos obtenidos) la intimidad se vio un poco alterada: más allá de que todos me conozcan en el pueblo, todo el mundo quiere venir y sacarse una foto, y está bien. Pero sacando eso estoy cómodo: soy Leo acá, o Lionel, o el Gringo. Sigo siendo el mismo. Puedo ir a ver a mi hijo entrenar a Matienzo, el club del pueblo, y me siento cómodo", agrego.
como en cada rincón del pais, los chicos que practican alguna actividad deportiva suelen vestir los colores de la Argentina y eso lo llena de orgullo, -"El otro día fui a ver jugar a mi hijo vestido con la ropa de la Selección. No me parece mal que los jugadores hagan lo mismo, que vistan todo el tiempo alguna prenda del equipo. De hecho me parece positivo. Es lo que les pedimos desde siempre: compromiso, sentido de pertenencia, porque no es para siempre la Selección, es aprovechar el momento y quedarse lo más posible, que no se duerman porque detrás vienen otros", expresó.
Luego agrego, "La Selección es un lugar de privilegio. Y creo que eso no ha cambiado más allá de que hubo una época en la que la Selección no era tan respetada, que para mí era un poco extraño, porque cualquier jugador sueña con jugar en la Selección, es algo único. Son cosas que te quedan marcadas, es muy difícil llegar a una selección y más a una como la Argentina. Por eso cada vez que convocamos a un jugador les decimos que disfruten, que nuestro objetivo no es que se pongan la camiseta una sola vez sino un montón de veces. Es un lugar al que cuesta llegar y sobre todo mantenerse".
Contó cómo es que baja los mensajes en el grupo y el manejo del mismo, "Siempre fui muy extrovertido. Nunca tuve problemas de hablar delante de grupos. De hecho mi mayor virtud fue siempre estar en los grupos, ser positivo y hablar cuando tenía que hacerlo. Nunca me preocupó sentarme delante de un grupo y poder hablar como siempre lo hice: con franqueza, siendo directo, sin vueltas, porque al final a estos chicos le podés decir una mentira una vez pero a la segunda ya te marcan".
continuó diciendo, "Es mucho más importante eso (que los jugadores te crean) que después el sistema táctico, la estrategia y todo lo que venga relacionado al fútbol. Es importante cómo jugás, la manera en la que atacás y defendés, pero es tan importante como eso que el jugador salga convencido de lo que quiere, de lo que le dice el entrenador, de lo que van a hacer sus compañeros, porque eso marca la línea de todos".
"Creo que nosotros eso lo pudimos conseguir más allá de algún momento de dificultad. La línea de chicos que vinieron, está clara. El comportamiento, entender cómo es estar acá. Todo se hace más fácil cuando todos miran y reman para el mismo lado y todos tienen la idea clara. Lógicamente así es más fácil. Porque ante un contratiempo, podés solventar más fácil porque sabés a dónde vas. Eso es lo que pasó en estos años", agrego.
Habló sobre su rol y el lugar que ocupa dentro de la selección, "No estoy pensando todo el tiempo en el puesto que estoy, sería contraproducente y a lo mejor te creés algo que realmente no sos. Yo soy solamente entrenador de fútbol, en este de la Selección Argentina, y nada más que eso. En un país como la Argentina te podés confundir, y eso lo tenemos claro todo el cuerpo técnico. Sabemos que entrenamos a un grupo de jugadores y solo hablamos de fútbol. Si nos creemos más que eso es un error, entonces cuando hablamos lo hacemos desde el rol que nos toca, que es el de entrenarlos a ellos. En algunos casos hay aspectos más personales, en el sentido del comportamiento, de cómo tienen que ser cuando entran al predio, cada uno tiene su vida y en eso nosotros ya no entramos. Pero cuando tenemos que hablar, hablamos claro".
Algo que siempre se ha cuestionado en los últimos años fue el grupo y los llamados “club de amigos”, contó cómo es que trata ese tema, “Estuve en muchos grupos de la Selección Argentina y el ambiente siempre fue bueno. Lo que pasa que cuando ganás todo repercute mucho más, pareciera estar todo mejor que antes y en realidad no es así. Seguramente en el grupo que alcanzó las finales del Mundial 2014 y las Copas Américas de 2015 y 2016 el ambiente debe haber sido igual o mejor que éste. Cuando ganás se magnifica todo, aunque es evidente que hoy el ambiente es muy bueno".
La pregunta sobre el mundial no podía faltar y contestó que está tranquilo en los pocos días que faltan para el comienzo de Qatar 2022, "No tiene mucho sentido pensar continuamente en el Mundial, falta mucho. Hay que seguir manteniendo la línea, pensar en los jugadores que están y en los que pueden llegar a pelear un lugar, porque cualquier imprevisto te cambia la planificación. Lógico que ya tenemos a los rivales marcados, sabemos quiénes son, los estamos mirando, analizando, pero tampoco podés estar tres meses continuamente mirándolos porque faltan muchos partidos y todavía puede cambiar todo. Hay que mantener los pies en el suelo: es lo más importante".
Ya en lo personal, dijo cuales son sus cables a tierras y los momentos de despejar un poco la mente en este siempre caótico lugar como lo es ser el entrenador de la Selección Argentina y mucho mas en el momento que está atravesando, "Me recomendaron hacer terapia un montón de veces, pero bueno, hoy por hoy mi cable a tierra son la bici y mi esposa, con la que hablamos mucho. Ella mantiene más la calma que yo. Pero bueno, no creo que sea meterme en la cabeza lo que realmente viene, que hay un país detrás, porque si no sinceramente te cuesta el día a día. No siempre cuando no se gana es un fracaso, aunque en esta sociedad sea difícil de aceptarlo".
Por último, dijo cómo le cambió la manera de pensar sobre el fútbol cuando se hizo cargo de la dirección técnica del combinado nacional, "He cambiado bastante mi pensamiento en relación a cuando era jugador. Hoy no solo quiero ganar, si no que quiero hacerlo jugando bien. Creo que cualquier entrenador de hoy te dice eso. No es solo ganar, ganar, ganar, ganar. Lógicamente ganar ayuda, pero si ganás jugando bien es mucho mejor y es el camino más fácil para que te vaya mejor. Soy un convencido de que si intentas jugar bien y lo hacés, al final vas a ganar", cerró.