Lionel Andrés Messi se va a jugar a la MLS y se culmina una etapa gloriosa dentro del fútbol de élite. Con el que muchos crecieron, la rivalidad entre la Pulga y el Bicho. Cristiano Ronaldo se marchó a Arabia a principios de este año y ahora es turno del ídolo de esta generación, del más grande de todos los tiempos, después de casi 20 años compitiendo en el más alto nivel y siendo de los mejores del mundo, se va a una liga más terrenal, donde va a disfrutar de este deporte, a un destino que siempre le gustó, porque es el estilo de vida que prefiere con su mujer e hijos.
Me negaba a que sea cierto, no lo creía hasta que terminé de caer cuando los periodistas especializados del tema se expresaron y fue una noticia que impactó. Lo primero que se me vino a la cabeza, fue “bueno, tendremos a Messi en el Mundial 2026”, porque se va para el país donde se albergará la próxima cita que paraliza al mundo entero, que será en conjunto con México y Canadá, pero Estados Unidos será el principal, donde más se concentrará el fútbol. Tal vez es egocéntrico pensar y pedirle a Leo que siga en la élite, porque no pensaba en que este iba a ser el momento de despedirlo de Europa. Otras de las cosas que también se me cruzó por la mente, es que “es el primer paso para su retiro”, un momento en el que ningún futbolero está realmente preparado. Como tampoco se estuvo ahora, con su desembarco a Miami.
Un fanatico, como es el caso de quien escribe, recibió esta noticia de manera diferente, muchos de esta generación disfrutaron una infancia hermosa pegado al televisor viendo ese Barcelona, con Messi que desde el primer momento de su carrera ya estaba en lo más alto, que nos deslumbraba con sus movimientos que eran de otro planeta. Crecimos con esto, estuvimos acostumbrados a verlo siempre en lo más alto y superándose cada vez más.
Se marcha a Estados Unidos en un momento que, a punto de cumplir 36 años, ya es campeón del mundo, Con 35 pirulos se mandó el Mundial de su vida, de las mejores actuaciones individuales de un jugador en una Copa del Mundo, realmente fue increíble lo que nos demostró en ese mes en Qatar, que aún se extraña poder volver a rememorar todo lo que se disfrutó y también sufrió. Leo estaba para al menos dos años más en Europa, era volver al club de sus amores y despedirse de la manera que se merecía, adentro del campo y con las casi 100.000 almas que entran en el Camp Nou, pero se lo impidieron. Fue tan grande su amor por la camiseta Blaugrana, que a pesar de la ninguneada que sufrió cuando lo echaron, siguió confiando ciegamente en el presidente del club y se volvió a ilusionar con su vuelta.
Messi confió en Joan Laporta, el presidente del Barcelona, aunque en la primera vez que lo hizo no cumplió con su palabra. Sigo siendo un convencido de que Laporta utilizó su imagen para ganar las elecciones, sabía de antemano que no podía renovar, lo hizo esperar, Leo fue como un socio más a emitir su voto, que seguramente en ese sobre estaba el nombre del actual mandamás del club. Lo traicionó al no renovarle y tuvo que buscar a las apuradas un nuevo destino.
Después de esa salida, el presidente se la pasó hablando por los medios de comunicación que se le cruzaron con el deseo de querer que vuelva y hacer como si nada ocurrió y cuando tenía el momento de realizarlo, volvió a mentirle descaradamente a Jorge, el padre de Lionel. La Pulga se hartó de este ninguneo, Laporta sabía perfectamente que era imposible, cualquiera lo podía saber, pero le prometió que se iba a solucionar, que a mediados de mayo se aprobaba el plan de viabilidad e iba a acelerar las cosas para el regreso, nada de eso ocurrió, porque recién llegó a principios de junio la aprobación de La Liga.
Luego de confirmada esta noticia, Barcelona emitió innecesariamente un comunicado explicando el porque Messi se fue al Inter Miami y no regresó al Barca. ¿Por qué no tiene sentido este punto? Sencillamente porque no es jugador de su propiedad y no tiene que dar detalles de cada traspaso frustrado que tiene. Claramente se lavaron las manos para que los hinchas no se las agarren con el club, porque si realmente había intenciones de repatriarlo, no estaría redactando esto. Aparte contradice las palabras del propio Lionel, que después en un medio español empezó a tirar dardos diciendo que no tenían la oferta concreta y él quería garantías de que eso iba a ocurrir, lo que no terminó pasando. También se manejaron mal en los medios, en especial por parte de Xavi, que siempre que le preguntaban del tema decía que dependía del rosarino y era todo lo contrario.
Diego Armando Maradona, siempre adelantado a todo, fue un visionario en este tema, lo dijo en el año 2008 cuando el Barcelona quería soltar a Ronaldinho, que finalmente terminó pasando. “No hagan lo mismo que hicieron con papá (refiriéndose a él), Ronaldo, Romario, Rivaldo y Figo. Así te puedo decir un montón de futbolistas que echaron en Barcelona por celos y la que pierde siempre es la gente”. Con todo esto, Laporta terminó generando una especie de rechazo por parte de los barcelonistas, ya que algunos empiezan a tirarle la culpa a Leo y la realidad es totalmente diferente.
Se fue del infierno de París, donde también lo maltrataron en muchas ocasiones, los hinchas lo silbaban, nunca respetaron a un jugador de la talla de Lionel Messi. Su próximo destino será Miami, donde desde hace un buen tiempo quieren tenerlo, espero que el trato sea digno y el que realmente se merece un jugador de tal calibre. Campeón del Mundo, 7 Balones de Oro, 6 Botas de Oro, el que más títulos en la historia tiene y un sinfín de trofeos colectivos e individuales que no alcanzarían las hojas para poder describir. Simplemente el mejor de la historia.
Ahora se lo seguirá apoyando, como lo fue siempre, hasta en el PSG, que no es un equipo del agrado personal. Aunque para uno pueda doler, si con esta decisión Messi está felíz y disfruta con su familia como realmente él quiere, estaremos de su lado, porque ver que tu idolo contento es lo mejor que le puede pasar a un fanático.
Si hay algo positivo de todo esto, más allá de la felicidad de Leo, es lo que se viene. La Copa América 2024 y la Copa del Mundo 2026, ambas a disputarse en territorio estadounidense y me veo la obligación de ilusionarme, que nuestro capitán este pisando ese suelo y que se vaya amigando, puede ser determinante. Desde antes de que comience Qatar 2022 me negaba a que era el último Mundial de Messi, lo rechazaba, no me entraba en la cabeza esa idea de verlo despedirse, que por suerte fue con la Copa del Mundo, pero aún le queda uno más, cumpliendo otro rol y que ahora sí tenga aires de despedida, que lo hagamos realmente conscientes de que fue el último, porque el de Qatar no lo tuvo.
También se puede ilusionar con la vuelta de los clubes de la Concacaf a la Copa Libertadores. Alejandro Dominguez, presidente de Conmebol, sueña con un Messi desplegando toda su magia en la competición más importante de América, como todos desean. Esto debe abrir sí o sí una puerta para que tanto mexicanos como estadounidense peguen la vuelta. Con estos dos puntos planteados, es un destino que despierta interés en el público argentino, porque le estás tocando lo que realmente importa de este lado del continente, que es el Mundial y la Libertadores.
Solo quedan palabras de agradecimiento por todo el fútbol que nos dio en Europa y pasarán muchos años para ver algo igual. No es su despedida porque seguirá cuidando de la caprichosa en un suelo donde todavía se están amigando y que no para de crecer. Un gran momento para que la MLS despegue, era un mejor destino que Arabia Saudita.