Roberto “Tito” Urretavizcaya, histórico piloto del Turismo Carretera y actual dirigente de la ACTC, murió hoy a los 65 años de edad. El chacabuquense permanecía internado luego de sufrir un grave accidente el 15 de marzo pasado con su moto, mientras transitaba un camino rural entre las ciudades de Chacabuco y Bragado. Tito sufrió un traumatismo grave de cráneo y contusión pulmonar. Sus restos fueron velados en el salón de los intendentes de la Municipalidad de Chacabuco.
Tito había nacido el 9 de septiembre de 1957. Su pasión por los fierros la adquirió desde muy chico acompañando a su papá en la actividad del campo familiar. A los 12 años comenzó a manejar un tractor y a los 13 empezó a armar un karting que había en el taller.
“A los 16, con un grupo de amigos que todavía sigo teniendo, armamos una peña y empezamos a organizar carreras de karting callejero. Con la plata que juntamos compramos otro karting e hicimos un sorteo entre 3 amigos para ver quién corría, TTY salí sorteado yo”, relató Tito en una entrevista con SoloTC en 2014.
En 1974 –con 17 años de edad- incursionó en el motociclismo zonal, una de sus grandes pasiones. “En el motociclismo me fue muy bien. Si me apurás un poco te digo que hubiera tenido mejor futuro en las motos que en el automovilismo. Me gustó mucho toda esa etapa. Corría con una Zanella 135 cc y gané al menos el 50% de las carreras que disputé”, le contó a SoloTC.
A fines del ’78 vendió su Citröen particular y adquirió un Fiat Iava para correr en el Turismo Nacional. Cuatro años más tarde, luego de destacarse en el TN, desembarcó en la Fórmula Renault con un auto que era propiedad de Hugo Cuervo. “Recuerdo que gané 7 u 8 carreras”, dijo Tito, que en 1982 obtuvo su único título a nivel nacional en la categoría de monopostos.
La llegada de Urretavizcaya al Turismo Carretera se produjo de una forma muy particular. Fue en 1986 con una Chevy del Supertap, la escudería de Julio Nicieza. “Entré al TC gracias al periodista Enrique Moltoni. En una charla al aire con Nicieza, Moltoni le dijo: ‘¿Por qué no lo llama a Urreta?’. Al otro día me llamaron por teléfono. Así empezó mi historia en el TC”.
“Zafé" de la prueba que todos debían hacer para entrar a la categoría e incluso pude debutar en ruta, algo que en ese momento no estaba permitido para los debutantes. Pero como se iba a correr en Junín, la gente del Auto Club pidió un permiso especial a la ACTC para que yo pueda correr, ya que ellos me conocían de cuando corría en la Fórmula Renault. Debuté con casi 29 años, el 7 de septiembre del ‘86, con la Chevy: salí 5º en la serie TTY 9º en la Final que ganó Jorge Oyhanart”, repasó en diálogo con SoloTC.
Llegó a competir contra su hijo
Su trayectoria en el Turismo Carretera duró 25 años, hasta el 7 de agosto de 2011 que disputó su última carrera a bordo de un Ford del Savino Sport, casualmente en el autódromo de Junín. En ese lapso, participó de 352 carreras (mantuvo el récord de presencias en el TC hasta 2017 cuando lo superó Omar Martínez).
Sumó 10 victorias (6 con Ford y 4 con Chevrolet), 6 pole positions, 46 series, 26 podios y marcó 12 récords de vuelta. Sus últimas 3 carreras las hizo con marcas diferentes: Dodge, Chevrolet y Ford. Además, tuvo la posibilidad de girar con un Torino en la primera visita que realizó la ACTC a la Antártida en septiembre del 2011.
También se dio el gusto de competir contra su hijo Tomás durante 4 carreras en el TC. “Me divertí muchísimo. Solo me dediqué a correr contra él. En la segunda carrera en Balcarce tenía un jet ese D. Cuando salimos de la curva ‘1’ él venía delante mío. Él pensó que no lo pasaría más, y antes de llegar arriba del puente llegué con el auto adelante. Ahí saqué la mano por la ventanilla y le hice la señal de que el ‘1’ soy yo. ¡La calentura que tenía ese pibe!”, recordó.
A partir de su retiro de las pistas, Urreta continuó ligado a la ACTC. En la actualidad formaba parte de la comisión directiva como vocal suplente 1º. Además, era el piloto del auto de seguridad en las categorías teceístas. Campechano, amigo de sus amigos. Los boxes y el campo eran su hábitat natural.
“Jamás me preocupó pelear un campeonato, no me importaba eso. Lo que más atesoro de estos años fue haber cosechado tanta cantidad de amigos. Eso es lo mejor que me llevé del Turismo Carretera”. Así pensaba y sentía el Vasco Urretavizcaya. Hoy el TC llora a unos de sus hijos pródigos. Se fue con 65 años, demasiado joven, demasiado temprano.