“Hoy hay desesperación por alquilar”
Pocos departamentos, muchos inquilinos que desean alquilar. Así es la situación que se está viviendo en la capital de Buenos Aires. Sumado a la modificación de la ley de alquileres que se pretende realizar, en donde buscan su derogación. Sin embargo, aún no se ha llegado a un acuerdo. Frente al impacto que tiene la situación en Chacabuco, Diario Cuatro Palabras dialogó con Tomás Ortega, martillero y corredor público. Así, la situación que se vive en las capitales más importantes del país, se replica en nuestra ciudad.
Tomás, de Inmobiliaria Ortega, afirma que la suba del precio de los alquileres en capital también se vio impactada en Chacabuco, y sostiene que “todo lo que pasa a nivel nacional pasa acá también, la inflación es algo que pega muy fuerte en el número de los alquileres y más cuando hablamos de valores muy altos donde los propietarios intentan sacarle el mayor rédito posible”.
Así, el martillero expresa que los propietarios no priorizan el alquilar sus propiedades, pero sostiene que “el que tiene algo trata de sacarle lo más que pueda”.
La ley de alquileres está intentando ser modificada desde hace un año y, a pesar de que ahora existen dos dictámenes con estado parlamentario para modificar la Ley 27.551, no se logra darle fin a esta problemática.
Con respecto a la cantidad de departamentos en alquiler y en venta, Tomás afirma que “la gente que construye lo hace más que nada para vender y no para alquilar”, y cuenta que en la actualidad, para hablar de alquiler hay que tener en cuenta como mínimo 45 o 50 mil pesos”. Además, manifiesta que el interés está mayormente en la venta.
Con respecto a la elección de los departamentos por parte de los inquilinos, el martillero público asegura que no les cuesta decidirse, y que “hoy, los que están buscando, entran en cualquier departamento por una cuestión de necesidad, y no por buscar lo que más les gusta o les cierre”, y sostiene que “se acomodan a lo que hay en el mercado”.
En relación con la ley de alquileres, Tomás, manifiesta que la intención fue “arreglar un posible alquiler del cual no pudieron”, y en consecuencia “El mercado hace lo suyo y se mueve como quiere”. Así, afirma que “no se basa en una cuestión estatal el regular el precio de los alquileres, porque hoy es imposible”, y sostiene que “el que quiere hacer un contrato fuera de inmobiliaria lo hace, hay desesperación por alquilar”.
Además, afirma que, con respecto a las inmobiliarias, en la actualidad “no es posible vivir de renta en un país donde el peso se devaluó tanto”.