La reunión estaba pautada para las 08:00. El Secretario General de ATE, Horacio Calarco, junto con el asesor letrado del gremio, arribaron a las 08:15. “Ni bien llegamos nos plantearon que no se tenía que hacer larga la reunión, nosotros no teníamos tanto apuro pero tampoco nos parece mal que sean breves las reuniones, pero antes de sentarnos hicimos algunas preguntas, para ir rumbeando a ver cuál iba a ser el nivel de discusión, qué es lo que íbamos a discutir, porque nunca se sabe con esta gente, generalmente salen con la negativa”, contó a este medio.
En ese sentido, explicó que “la pregunta que hice fue: ¿cuál debe ser el sueldo de un trabajador municipal para poder vivir, según su criterio, en un contexto inflacionario como éste? Ya esa pregunta les molestó, y prácticamente se terminó la reunión”. Pero además, en ese ida y vuelta que duró según Calarco- no más de diez minutos, cuestionó al Ejecutivo sobre un proyecto de ordenanza, que propone crear un programa de “Prácticas laborales” destinado a desocupadas y subocupadas, que “brinda herramientas que les permita mejorar sus posibilidades de inversión laboral”.
“Ellos ya estaban al tanto del Proyecto de Ordenanza, y a nosotros no nos participaron de esa discusión, ni nos enviaron el proyecto, y lo que tenemos que decir es que se trata de un claro intento de precarización laboral, que se suma al de las cooperativas, y becarios que generalmente son profesionales, monotributistas”, dijo y agregó que “es gravísimo porque plantean la posibilidad de sancionar a los trabajadores becados, y los colocan en condiciones paupérrimas respecto del trabajador que está en planta, es una competencia desleal en un momento muy difícil”.
-Los representantes del Ejecutivo alegaron que hubo de parte de ATE expresiones de agravio, ¿esto fue así?
-Uno es firme, pero el Secretario de Gobierno (Ignacio Orsini) en todas las reuniones amenaza con irse. Son discusiones que se generan. Pero violencia, no. No hubo. Él se levanta y grita y da por terminada la reunión. Que diga lo que quiera, está bien, nosotros vamos a discutir salarios. Ellos siempre se irritan. El tema es este, la mayoría de ellos aborrecen al Estado, inclusive a los trabajadores estatales. Entonces les pregunté cuánto tienen que ganar, pero también les consulté para qué agarran cargos en el Estado si lo aborrecen, no tienen compromiso.
-¿Es imposible pensar que vuelvan a darse las discusiones salariales sin intervención del Ministerio de Trabajo?
-Es lo que nosotros pedimos. Pero es raro todo esto, en primer lugar, el señor Intendente saca del Municipio la discusión, no sé con qué argumento, pero la llevó a diferentes lugares: al zoom del Corralón, a la Escuela de Actividades Culturales, anteriormente en la Galería de Arte del Teatro Italiano. La idea de ellos, es sostener la discusión con la intervención del Ministerio para estirar las conversaciones. Y el Sindicato de Federación, que es un gremio hermano, no entendemos a dónde apunta, porque nosotros firmamos un acuerdo salarial para el primer semestre, y quedó abierta la paritaria, con la posibilidad de que si la inflación pasaba cierto nivel, las partes nos sentáramos a discutir, incluso antes de la fecha fijada. Después nosotros solicitamos adelantamiento, y Aiola dijo “yo les doy el 13%”, pero adelanta un 8% de agosto, y queda un 5,5% de septiembre. Nosotros le pedimos que adelantara todo y nos pusiéramos a discutir de vuelta.
Pero además, hoy no hay un conflicto real, si es necesario que el Ministerio sea mediador, ¿a quién vamos a apelar cuando lo haya? Nosotros queremos discutir de forma pacífica. Hay una filosofía
de esta gestión que es de destrato, de desgaste, de dilatación.
-¿Con qué expectativas llegan a esta discusión?
-El salario no debería ser menor a lo que una familia necesita para no ser pobre. Deberíamos igualar la inflación e incluso superarla, pero es muy difícil con esta administración municipal. No sabemos cuáles son los valores, y hay una falta de certeza total. Hoy estamos por debajo del límite de la pobreza, y tenemos que superarlo.
-Otro de los reclamos que venían haciendo frente al Ministerio de Trabajo es que el Ejecutivo publicara la nómina completa de trabajadores del Estado, y los tipos de contratación, ¿la recibieron?
-Es cierto que venimos solicitando por escrito lo que está en la ley 23.551. Desde que arrancó esta gestión, hace más de seis años, ATE solicita esta información. Después lo hicimos frente al Ministerio. Porque entre otras cosas, queremos saber cuántas mutuales hay, de qué tipo, sabemos que hay asociaciones que prestan dinero, no son gremios y queremos saber quiénes son, si tienen código de descuento en el Municipio, si tienen el aval o no para hacerlo. Hay que analizarlo, porque el trabajador tiene posibilidad de que le descuenten por todos lados. Fuimos nosotros quienes presentamos el tope de descuento por cualquier concepto de lo que se le entregara al trabajador a través de esas mutuales y organizaciones.
-¿Hay muchos trabajadores endeudados en ese tipo de situaciones?
-Sí, es un gran problema, y un arma de doble filo. Muchos trabajadores y trabajadoras no tienen dónde solicitar un crédito, a lo mejor están en el Veraz, no pudieron pagar una tarjeta, o se ven acorralados por una situación financiera muy fea y apelan a esas organizaciones que entran directamente al sueldo antes que el banco. Lo que llega al banco, ya tiene descuento. Están disfrazadas, cada uno hace su juego. Pero no hay una lucha para preservar el salario.