Julián Domínguez inauguró el acto, y se refirió a su vínculo con Roberto Feletti. Repasó los momentos en los que debieron acordar ciertas pautas por conflictos de intereses entre sus distintas carteras, y aseguró que “lo que está en juego es el sentido de la política por eso abrimos una casa para seguir pensando en el desarrollo de la Argentina”.
El economista y dirigente político se refirió a los primeros quince años del siglo XXI como “la década dorada, en la que se le pagó al Fondo Monetario, y se le dijo no al ALCA y se ganó autonomía”, y aseguró que “ahora ese mundo se esfumó, los bloques se organizaron y decidieron enfrentarse”. Según Feletti, en el contexto actual “no es tan fácil para una nación, arbitrarse entre dos potencias” y “es difícil tener una autonomía en ese mundo multipolar”.
Por eso, aseguró que “aunque uno puede criticar mucho al Gobierno y a veces lo sentimos ajeno o no comprendemos ciertas políticas, es cierto que no se comprendió bien el mundo, o se busco una alineación que no existía, o algo salió mal”.
Como contrapartida, destacó la alineación con el gigante asiático y con Brasil donde “afortunadamente volvió Lula” ya que “para Argentina es difícil pensar una política fuerte sin Brasil por eso que gobierne Lula es una a favor”. “Hay algo para explorar y desarrollar. Es una luz. Un escenario donde Sudamérica volvió a votar por el centro izquierda. Y no está tan mal el mundo, porque una guerra dispara una necesidad urgente de materia que nosotros producimos”, dijo.
En este sentido marcó que “Argentina tiene una oportunidad en términos internacionales, no está aislada del mundo, y tiene un horizonte de precios internacionales altos, de la misma manera que los tenía los primeros quince años del siglo” por eso, en términos electorales, dijo que “una coalición peronista bien estructurada puede navegar este escenario muy bien”. “Hay un bloque al cual acudir y puede tener solvencia externa, y esta crisis que hoy estamos viendo, el año que viene desaparece, va a ver 20 mil millones de superávit con el gasoducto, con Vaca Muerta, va a haber un sector que provee divisas que no es la vieja oligarquía agropecuaria y eso va a cambiar la lógica de producción argentina”, indicó.
El reconocido político enfatizó: “la Argentina se encuentra en un momento crucial, a las puertas de un cambio estructural, en el cual la energía dejará de ser un límite para el desarrollo y se convertirá en un vector de competitividad”.
Asimismo, hizo hincapié en que “estas elecciones definirán si este escenario se traducirá en un país para todos y todas, con empleo, altos salarios y autonomía en las relaciones internacionales, o si será aprovechado por una alianza neoliberal-conservadora en favor de unos pocos”.
Feletti, además, hizo un llamado a la unidad de los peronistas para formar una coalición política capaz de enfrentar esta realidad y liderar, al tiempo que propuso la elaboración de un proyecto político sólido, un programa y una candidatura fuerte, con el objetivo de obtener el apoyo del pueblo y consolidar un país justo, libre y soberano.