En la reunión que se realizó el jueves de la última semana en la Sociedad Italiana junto con los Ingenieros Agrónomos, Serritela aseguró que las cuestiones ambientales, en particular las ordenanzas sobre aplicaciones de agroquímicos, “traen fundamentalismos, generan posturas fuertes que son transversales a los partidos políticos, seguramente en nuestro bloque haya miradas opuestas y también en el bloque del Frente de Todos, no vamos a estar alineados de la misma manera”. En diálogo con este medio, aseguró que se trata de “temas muy delicados y de hecho yo tengo una postura muy inflexible respecto al cuidado del ambiente”.
“Los ingenieros entienden que la ordenanza de agroquímicos tenía algunos errores conceptuales y de forma, por eso querían colaborar en el diseño, porque hablaron con el Colegio de Ingenieros de la Provincia y les hacía ruido la responsabilidad que debían asumir a la hora de realizar las recetas agronómicas, que sean respetadas, y quiénes son los fiscalizadores.
Como la Ordenanza tuvo muchas idas y vueltas, y de hecho se aprobó antes de que yo asumiera, tiene varias aristas a revisar”, explicó.
-¿Cuál es tu postura?
-Que es necesaria la reglamentación y hacer los ajustes que sean necesarios a la Ordenanza, tiene que ser de consenso total. Por suerte en el mundo se toman medidas de a poco, y los productos que se arrojan en el campo son cada vez menos nocivos, y eso es gracias a las luchas que se han liberado en varios lugares. Nosotros acá tenemos todavía algunas discusiones con las semillas transgénicas y los productos, pero no tienen que ver con la Ordenanza en particular.
-Es preocupante que desde su sanción en el 2017, la ordenanza siga sin ser reglamentada, por lo que hay un vacío legal...
-Sí, por supuesto. Pero igual hay una ley provincial que lo regula. Uno de los problemas que hubo respecto a la reglamentación fue la cuestión de la fiscalización, más allá de los errores que hay que
corregir. Estoy en la Comisión de Ambiente, y hemos estado en distintas reuniones con ingenieros agrónomos, y les pedíamos que fueran fiscalizadores, por supuesto pagos, pero no quieren fiscalizar a sus colegas muchas veces. Necesitamos ese compromiso. Hay distintos métodos en otras ciudades, pero en todos lados cuesta este tema, porque se necesita gente capacitada.
-Una de las cosas que también preocupan a los ambientalistas es que la ordenanza no refiere a zona de exclusión, sí de amortiguamiento. Pero en la ciudad todavía tenemos zonas pobladas donde se aplica. Los ingenieros, en diálogo con este medio, manifestaron que no hay incentivos o acompañamientos del Gobierno municipal para producir con otros métodos...
-No sé a qué refieren, pero la zona urbana de Chacabuco tiene la particularidad de que por la mala distribución de loteos, incluso los del propio Municipio, se ha extendido despareja y desorganizada la zona urbana, es más extensa que la de otras ciudades. Por lo que abarca una zona de exclusión, y ahí el estímulo es la agroecología.
De por sí, por los costos de la siembra con aplicaciones, el estímulo es económico.
-La Sociedad Argentina de Pediatría publicó un informe sobre el efecto de los agrotóxicos en la salud infantil, que asocia el uso de aplicaciones de herbicidas indiscriminados con trastornos del espectro autista, ¿van a trabajar en estadísticas?, ¿lo van a abordar?
-Estuvimos reunidos con un grupo de padres y de hecho vamos a presentar la adhesión a la ley que
tiene que ver con la detección, el tratamiento y el acompañamiento a las personas con TEA y sus familiares. En Chacabuco tenemos un grupo de padres muy pujante, que fueron viviendo la detección temprana o tardía con sus propios hijos, y son ellos mismos los que van a asesorar y acompañar al
área de Discapacidad. Hoy se sabe que de cada 44 personas, hay una o dos con TEA, es una estadística a nivel nacional, pero lo que no se sabe es si la estadística crece porque hay mayor detección o porque crecen los casos. Una de las teorías de la Sociedad Argentina de Pediatría es que puede ser por las aplicaciones de agroquímicos. Hay que trabajar y generar espacios para actuar en conjunto y tener estadísticas serias en la ciudad que puedan darnos un panorama para ver dónde estamos parados. Y que eso nos permita tomar medidas necesarias para los tratamientos.
-La oposición presentó tres proyectos vinculados al área de Salud Mental que se tratarán en la próxima sesión, ¿cuál va a ser la posición del oficialismo?
-Tenemos mucho contacto con el equipo de Salud Mental, y sabemos que en la ciudad, sobre todo, nos faltan psiquiatras. Se jubiló el Dr. Cervantes, el Dr. González no atiende en el Hospital, no hay nuevos psiquiatras que se reciban y que quieran instalarse en Chacabuco, por lo que muchas de las demandas las cubren los psicólogos. Si uno hila finito, habría que reforzar más, porque los profesionales están desbordados. No vi los proyectos del Frente de Todos, pero en los últimos que presentaron, incluso recuerdo uno de Tomás Domínguez, no modificaba lo que ya se venía implementando. Lo que sí sé, es que la oposición muchas veces nos pide que creemos direcciones y después están permanentemente insistiendo en la cantidad de funcionarios que hay. Cada vez
que hay un proyecto superador lo evaluamos y lo trabajamos para buscarle la forma para ajustarlo si
es necesario.
-Se presentó un nuevo espacio que busca ampliar la discusión puertas adentro del radicalismo, ¿qué opinión tenés al respecto?
-Se dio que la presentación del espacio Evolución en Chacabuco estaba programada antes de que se desatara la crisis del fin de semana a nivel Nación. Hoy tenemos problemas más urgentes, y hubo a nivel Provincial una interna entre dos líneas del radicalismo y Chacabuco trabajó, y Mariano Cámera encabezó la campaña para la oposición del radicalismo en la Provincia. No me parece mal que haya gente que busque generar otros espacios, evidentemente Evolución no es el espacio en el que militamos ni en el que trabaja el Intendente. Las diferencias están marcadas a nivel provincial, pero por suerte Manes y Lousteau están trabajando codo a codo, por eso no se va a llegar a una interna.
-Hay cierta hostilidad post pandemia hacia la política en general y el Gobierno local en particular, los reclamos y los enojos de los vecinos circulan de otra manera, ¿de qué manera se vive desde el Concejo siendo oficialista?
-Evidentemente no hemos salido mejores de la pandemia, nos encontramos con una situación difícil en la Argentina, y la gente demuestra su descontento de una manera más firme, más sincera, y no está mal. Estamos transitoriamente en un lugar legislativo, y tratamos de encaminar sus inquietudes, tenemos el canal de diálogo abierto para poder generar acercamiento, ya sea con el Ejecutivo o con la población. Los últimos proyectos nacionales han fracasado y ahora estamos en un momento muy difícil y lo que tenemos que tratar es que la Argentina se encamine.