La idea de la unidad de nuestra América, a pesar de contar con una amplia aceptación y tener una larga tradición, no encontraba una fecha que la represente cabalmente y sea aceptada por todos los sectores interesados.
El primero en preocuparse por ello fue, quizás, el presidente Hipólito Yrigoyen quien asume su primer gobierno en 1916 con una clara vocación antiimperialista que lo llevó a mantener tozudamente la neutralidad del pais en la primera guerra mundial y a promover un congreso latinoamericano que fracasó por la abierta oposición de Estados Unidos. Pero la importancia para irigoyen era levantar la bandera de nuestra patria grande.
Que diferencia abismal entre aquel radicalismo del principio y el actual, cómplice y furgón de cola, del PRO aunque debo mencionar y decir que hay honrosas excepciones. “Que se rompa pero que no se dobla” o como decia Alfonsín padre “mi límite es el macrismo y sus expresiones”.
Cómo enseña la historia…Será por ese pasado y presente que borraron de los billetes, hoy tan devaluados, a nuestros próceres y los reemplazaron por un zoológico.
Concibió la idea de fijar una fecha que simbolizara la relación de hermandad que existía entre todos los pueblos indo latinoamericanos. Se decidió por el 12 de octubre, el día en que Europa y la Antigua América se encontraron dando origen a una nueva realidad. Denominó a esa fecha “Día de la Raza” pero, la fecha y su denominación, no fueron feliz y pronto significaron fuentes de malentendidos, empezando por la palabra “Raza” que en el lenguaje yrigoyeneano no tenia una dimension biologica sino sociologica y significaba la unión en igualdad de condiciones de indios, blancos y negros, amalgamados por la tierra, la cultura y el destino común.
Al compás de los totalitarismos europeos, la palabra adquirio despues un contenido etnico y agresivo, que fue invalidando su uso y también la fecha empezó a ser cuestionada -y con razón- por sectores que ven en ella un símbolo de colonialismo y agresión contra las poblaciones originarias, y sino véase una expresión actual en Morales, gobernador radical de Jujuy.
Desde la Unión Panamericana, ente antecesor de la actual Organización de Estados Americanos (OEA) se propuso celebrar el 14 de abril como Día de las Américas. La fecha recuerda la primera Conferencia Panamericana organizada bajo la iniciativa y la presión de los Estados Unidos, y celebrada en Washington en 1889, que pretendía encolumnar a todos los países del continente tras su conducción hegemónica y al servicio de los intereses de su expansión imperial.
Todo ello enmascarado con el disfraz de la solidaridad continental que surge de la engañosa y ambigua fórmula de la Doctrina Monroe. La idea, sin embargo, sólo fue considerada en los ámbitos oficiales y apenas contó con la adhesión de los diplomáticos; los pueblos, la sociedad real y el mundo de la cultura, jamás lo reconocieron. Finalmente, el segundo congreso anfictiónico bolivariano, reunido en Caracas en julio de 1997, acordó celebrar el 22 de junio como el Día de la Unidad de América Latina y el Caribe. La fecha recuerda el día que se instaló, en 1826, el Congreso Anfictiónico de Panamá, convocado por Simón Bolívar, para promover la Confederación de los Nuevos Estados Americanos, herederos del imperio español, es decir, una unión entre iguales, libres e independientes. Congreso boicoteado por Estados Unidos, logrando hacerlo fracasar.
Es una fecha propia que señala el camino de la liberación nacional y social, independiente de toda tutela. Somos un país porque fracasamos en ser la Nación índola latinoamericana, por obra y gracia del imperio y los cipayos de adentro. Pero esa Patria Grande, concebida como Nación, cuando Bolívar, San Martín, Martí, Irigoyen, Ugarte, Perón, El Che, Fidel y Chávez, Kirchner, con sus ideas y realizaciones, vuelvan a cabalgar por esta esta Pampa.
Ateneo Arturo Jauretche Manuel Ugarte.
21 de junio del 2023.