Cada vez son más los vecinos que alertan sobre las fumigaciones en las inmediaciones de sus viviendas. El acceso a la justicia para personas afectadas en zonas de conflicto es limitado, porque no existe un fuero especializado en materia ambiental y porque el agronegocio opera con la complicidad del poder político, judicial y mediático. En esta oportunidad, y luego de haber intentado frente al 911 y a Bomberos Junín, los vecinos Roberto García y Analía Olmedo presentaron una nueva denuncia ante el poder legislativo, y los concejales aprobaron el expediente durante la última sesión del día miércoles y lo pasaron a Comisión de Medio Ambiente para “tomar medidas”, según pudo saber este medio.
La vivienda de los damnificados se encuentra en inmediaciones de Ruta 7 y Olavarría, y según aclaran, no es la primera vez que sus vecinos fumigan “con productos tóxicos para la salud sin aviso” mientras se encuentran en su vivienda.
“El día que fumigaron se nos durmieron los labios, sentíamos ardor y picazón en todo el cuerpo. Todavía no sabemos las consecuencias”, relataron e hicieron mención a la Ley de Educación Ambiental Integral, que establece en sus articulados las normas para la conservación del medio natural, prevención y control de la contaminación ambiental. En ese mismo sentido, cierran la carta: “Nadie nos avisó siquiera que fumigarían demostrando un total desprecio por la vida humana, de animales y plantas. No nos da todo lo mismo”.
El estado de alerta en la población crece, acompañado de más y mejor información de organismos públicos y privados que empiezan a posicionarse respecto del impacto de los agrotóxicos en la salud. Hay cada vez más personas agrupadas trabajando por el ecosistema, por las especies que se van perdiendo, por la tala de árboles, por las consecuencias directas de las aplicaciones en el resto de las plantas y la vida del suelo.
Por caso, y solo por nombrar un documento reciente, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario (UNR) confirmó que las personas jóvenes de los pueblos fumigados con agrotóxicos tienen 2,5 veces más probabilidad de padecer y morir de cáncer que las personas que viven lejos de los agroquímicos. En el mismo sentido, la Sociedad Argentina de Pediatría se refiere a través de un documento a los efectos que los agrotóxicos producen en niños: aumento en casos de cáncer, malformaciones, irritación de los ojos y la piel, daños en el sistemas respiratorio y a nivel pulmonar, fallas renales, entre otros.
Es tiempo de actuar. La pelota ingresó al Concejo.
