-Se ve un poco de “fiaca” en diputados, que desde abril desde este año no sesiona, y se dio la situación de “Chocolate” Rigau, ¿qué está pasando en la legislatura bonaerense?
Lo cierto es que hace mucho tiempo nos está costando generar consenso con el resto de las fuerzas políticas para poder sesionar sobre algunos temas importantes. Lo que están dispuestos a hacer es sesionar para declaraciones, resoluciones, temas que no son de la trascendencia que la provincia requiere. Cuando queremos tratar, por ejemplo, la ley de Guardaparques, que no tenían un marco regulatorio que reconozca sus derechos, estuvimos mucho tiempo. De la misma manera, para tarar la modificación de la Ley Vidal, por las jubilaciones de los trabajadores del Banco Provincia, se terminó cayendo, aunque tenía el trabajo de las comisiones, tampoco se pudo tratar. Tenemos otros proyectos del Ejecutivo que tampoco quieren tratar. Sentarnos a sesionar para tratar veinte proyectos de declaración sobre el día de la papa frita, no da. Ni siquiera se sientan a dar quórum, o para votarlas en contra. Hay muchos proyectos que pierden estado parlamentario que deberán volver a presentarse.
-Esta semana se conocieron los índices de pobreza, que subieron en el último año y medio, y por otra se discutió el presupuesto con el que cuentan los legisladores provinciales para el funcionamiento de la actividad, ¿no es necesaria una discusión, un sinceramiento transversal respecto a esos recursos millonarios, frente a una realidad tan cruda que le toca vivir a la ciudadanía?
-Cristina lo explicó muy bien este fin de semana. De los recursos del país, el 0,12% va al poder legislativo. No es un despilfarro de recursos. Yo tengo un equipo de seis o siete asesores, no hay más que eso. Porque incluso lo que hizo Vidal durante su gobierno, para decir que tenía menos empleados en el estado, fue precarizar a los trabajadores a través de monotributo, no se les paga vacaciones y aguinaldo. Depende de cada uno, y lo digo sinceramente porque no tengo nada que ocultar, en nuestra organización los recursos que dispone cada legislador van a una bolsa común que permite desarrollar la actividad en toda la provincia, yo no tengo discrecionalidad sobre becas, cargos, recursos para mí, es un uso colectivo que nos permite llegar a distritos que no tienen legisladores.
Por otro lado, si uno ve lo que trabajo -aunque no me gusta ponerlo en términos personales- si no tengo un equipo que me acompañe, es muy difícil poder hacer lo que hago. El problema está en los legisladores que tienen más recursos de los que manejo y no les vemos la cara, no gestionan nada, no los ves trabajando ni en el distrito ni en La Plata, ni en ningún lugar. Eso le quita legitimidad a la política. Hay dos senadores que manejan una torta de guita enorme y no sabés de qué trabajan, no sabés qué proyectos llevan adelante, y no gestionan para Chacabuco, obviamente que el vecino de a pie que le cuesta llegar a fin de mes, termina diciendo que los políticos son todos iguales. Desde mi lugar, trato de hacer honor al cargo que tengo.
-¿Cómo analizás los resultados electorales de las provincias?
-Creo que estamos en un escenario muy atípico, donde por primera vez en mucho tiempo se sale de la polarización y aparece una tercera fuerza competitiva. Frente a la insatisfacción democrática de la que habla Cristina, donde los partidos políticos mayoritarios no le han podido resolver los problemas y las demandas a los y las vecinas, se da el surgimiento de una nueva fuerza que con discursos disyuntivos, y mintiéndole a la gente con cosas que no se pueden hacer, se pierde legitimidad en la política como herramienta de transformación. De la misma manera, la memoria emotiva de las buenas gestiones, ha sido respaldada por la gente. Si me refiero a mi organización política, Mayra Mendoza ganó muy bien en Quilmes, Iván Villagrán en Carmen de Areco, hemos ganado internas dentro del peronismo a dirigentes tradicionales, todo con una construcción de muchos años. Nuestro desafío como generación es poder representar los intereses de las mayorías, dando las discusiones que interpelan y tienen que ver con la necesidad de la gente.
Creemos que aunque podemos explicar por qué no pudimos llevar adelante un montón de políticas, hay cosas de las que como Gobierno debemos hacernos cargo, y las hemos discutido hacia adentro y para afuera.
-Se pensaba a Axel Kicillof como quien podía traccionar la campaña de Sergio Massa desde la provincia, pero ¿hay gobernabilidad garantizada desde diciembre si el oficialismo pierde a nivel nacional?
-Es parte de un todo. Tenemos que discutir el proyecto político que queremos llevar adelante. Obviamente la gestión de Axel se diferencia mucho de la nacional porque se han optimizado los recursos y se han distribuido equitativamente sin discriminar los colores políticos de los Intendentes, pese a muchas quejas que no tienen asidero. Desde la provincia, como motor productivo del país, que aporta el 40% del PBI y recibe el 20% en carácter de coparticipación, tenemos que apuntar a ganar la nación porque sin proyecto nacional la provincia no puede desarrollarse, sobre todo si no equiparamos está desigualdad en materia de recursos que impide el desarrollo de la provincia. Si en este contexto la provincia pudo avanzar con tantas obras y desarrollarse, imagínense si nos sacamos de encima al FMI, a la provincia le va a ir mejor. Tenemos que apuntar a una victoria en todos los niveles, sobre todo para aprovechar un año auspicioso que se viene.
-¿Cómo fue la relación con el Municipio durante este tiempo?¿se podría haber hecho más?
-Sí, se podría haber hecho más. Todas las cosas que hemos gestionado para el Municipio han sido iniciativas nuestra, no hemos tenido pedidos para colaborar con la gestión. Pudimos traer dos veces el programa Municipios de Pie, con el primero trajimos ambulancias de alta complejidad, con el segundo las combis de conectividad para las localidades, obviamente la gestión del Centro de Salud, y el sabor amargo que me queda son las políticas que le llevamos al Intendente al inicio del 2020 por la cuestión habitacional, absolutamente realizables. Nos pusimos a disposición para trabajar en la reactivación de las 132 viviendas que habían dejado paralizadas, sino que le llevamos dos propuestas concretas: la compra de cinco hectáreas que son propiedad de la Agencia de Bienes del Estado, a precio oficial, donde se podía trabajar en un proyecto de viviendas de Pro.Cre.Ar para la clase media trabajadora, a precios accesibles. Era necesaria la compra para que pudieras escriturar. Quedaron en averiguar y no lo hicieron. Por otro lado, con el senador Daletto -por si no lo conocen, porque no se lo ve trabajando mucho por Chacabuco, es un senador de Juntos por el Cambio- fuimos a ver al Ministro de Hábitat por las 132 viviendas, estaban teniendo muchos problemas con las empresas por las readecuaciones y habían familias que habían renunciado y habían avanzado solas, y desde la Provincia se ofrecieron cien viviendas a condición de que el Municipio pusiera los terrenos. No es común que la provincia construya casas de esta manera, y lo rechazaron. Se podría haber hecho más. Nadie puede negar que estuvimos a disposición para trabajar por Chacabuco.
-En el peronismo local el ánimo se parece a la frase “esta vez no se nos escapa”, ¿están confiados en el triunfo?
-No tengo un espíritu triunfalista ni mucho menos. Espero hasta que se cuente el último voto. La experiencia del 2021 donde perdimos por ocho votos me hizo ser muy prudente a la hora de pensar esto. Estamos trabajando mucho en el peronismo. Tenemos un gran candidato que es Darío y está en la memoria emotiva de la gente, por cómo gobernó, por cómo vivieron los vecinos durante su gestión y cómo se desarrollaba el Gobierno. Y el otro factor es una gestión deficiente, que se declaró la propia emergencia económica. Y desde ahí todo empezó a decaer, todas las obras que tienen para mostrar son provinciales. Cuando sumás una gestión que no da respuestas, un Intendente ausente, un candidato que lo único que propone es exterminar al kirchnerismo; y del otro lado tenés un intendente que trabajó y trabaja incansablemente por los vecinos, y que pudo construir un marco de unidad respetando las identidades de todos los sectores. Por eso creo que hay condiciones de posibilidades para recuperar el Municipio, pero hay que seguir trabajando.