- ¿Es cierto que hubo una reconfiguración de la campaña post PASO, un momento de tensión, de autocrítica, algo de desconcierto? ¿Es el resultado que esperaban?
- Como todas las elecciones de las que tengo conocimiento, después de las PASO se hacen las evaluaciones y autocríticas correspondientes. Pero no hubo nada de tensión. Siempre estuvimos muy abocados a resolver las cuestiones internas, para eso son las PASO, y donde había mucha turbulencia a nivel nacional sobre todo. Pero en Chacabuco nos fue bien.
El resultado, como se vió en todo el país, estuvo por fuera de lo previsto. Entre las dos líneas sacamos 9.500 votos para unas PASO con poca afluencia de votantes. Hemos perdido todas las PASO del 2015 acá y hasta ahora las hemos podido revertir. Esperemos poder seguir en ese camino.
- ¿Qué va a cambiar, en lo práctico, de la campaña de cara a las elecciones generales del 22 de octubre y qué participación va a tener el intendente Víctor Aiola?
- Hoy Víctor es el Intendente, es quien lleva las riendas del Municipio. Nosotros tenemos un candidato, una figura nueva, joven, con otra impronta. Más allá que compartimos el espacio y muchas miradas, el Intendente estos meses va a estar haciendo lo que tiene que hacer que es comandar la ciudad.
El candidato es un candidato nuevo que tiene que hacer campaña. Cada uno debe cumplir su rol de la mejor manera y seguir gestionando para que Chacabuco esté cada vez mejor.
- En estos días se habla mucho sobre la reconfiguración de la campaña dentro del espacio de Juntos. Se lo escucha a Alejo Pérez insistir sobre la idea de que hay que evitar al kirchnerismo. Pareciera que es un discurso viejo, porque cuando uno analiza los números de las PASO, Milei aparece interpelando a un gran sector del electorado que pone en duda la eficacia de toda la dirigencia política…
- Primero, que la vieja política en Chacabuco es Golía, recordemos que desde la Juventud Peronista, cuando ingresó a la gestión, prácticamente no tuvo otra actividad en su vida, excepto dos años cuando perdió la elección contra Aiola, que estuvo siempre ligado su trabajo a la función pública. Eso es el pasado y eso es verdaderamente lo que consideramos que tiene que ver cuando se habla de la casta política.
- Sería un caso parecido al de Horacio Rodríguez Larreta, a quien ustedes acompañaron como candidato a Presidente, ligado desde toda la vida al negocio de la política…
- Hay muchos políticos que ya cumplieron su tiempo. Yo hablo a nivel local porque me preguntaron por nivel local. A Alejo lo conocen muy bien, es una persona nueva para la política, los dos primeros años prácticamente fue un Secretario de Gobierno que trabajó desde la casa o desde el Municipio encerrado en un Zoom. No fue un verdadero trabajo, tuvo que atajar penales todos los días y creo que lo hizo muy bien. Luego, con la valentía de pasar por esa situación, encaró dos años del Concejo siendo presidente del Bloque, uno defiende a la gestión y además pone condiciones, porque eso fue un trabajo de ida y vuelta con el Ejecutivo.
Ahora, yo creo que cuando preguntás del kirchnerismo, yo y muchos de nuestro espacio creemos que hay que desterrarlo, pero lo dijo la sociedad.
- ¿Qué es desterrar? Porque vivimos en una sociedad que, por ahí, todavía tiene algunas marcas muy fuertes y grabadas con respecto a eliminar al otro…
- Desterrar para mi significa que son políticas de Estado de un espacio que le ha hecho mucho mal a la Argentina y desde nuestro punto de vista, la sociedad nos reclama. Tuvimos la oportunidad histórica de ganarle al kirchnerismo y nos reclama que nosotros mismos les dimos la posibilidad de retomar el gobierno que hace cuatro años que no da pie con bola.
Desterrar es sacarle tierra, no tiene nada que ver con la asociación que buscan hacer. Puedo buscar otra palabra. El kirchnerismo tiene que dejar de tener el mando en el gobierno, a eso me refiero con desterrar. El kirchnerismo va a seguir existiendo y teniendo sus representantes en la Cámara de acuerdo a la cantidad de votos.
- ¿Y por qué la sociedad termina mirando hacia Milei, que en verdad lo que tiene es una crítica, más allá de un espacio político, a toda la política en general?
- A mi me duele eso, yo lo digo abiertamente. Milei es un populismo de derecha, donde también dice muchas cosas y, en está situación extrema que estamos viviendo en la Argentina, dice lo que la gente quiere escuchar. Lo dice con frases y títulos, de solución de cosas, que muchas veces hace agua porque no sabe explicar cómo lo va a hacer o que son inviables. Me da mucho miedo, a mi particularmente, que pueda haber un gobierno así en la Argentina.
Por eso defiendo la figura de quien comanda nuestro espacio, Patricia Bullrich, como la mejor opción para poder alinear y tener una Argentina mejor.
De todas maneras entiendo, porque uno habla con quienes han votado a Milei, donde está la explicación. Y la explicación es “basta de kirchnerismo” y consideran que nuestro espacio les ha fallado en la última gestión de Macri.
Bullrich es sangre nueva y a nivel local tenemos también una nueva oportunidad, sobre todo comparado con el contrincante que vivió toda la vida de eso.