martes. 22.10.2024
OPINIÓN

Olvidos imperdonables

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, ofrecieron este domingo un discurso durante la ceremonia del 78° aniversario del bombardeo atómico contra la ciudad japonesa de Hiroshima, llevado a cabo por EE.UU. el 6 de agosto de 1945, aunque los oradores se cuidaron de mencionar al único responsable: el imperio norteamericano. De paso, cachetearon a Rusia.

 

Por Gustavo Porfiri

OPINIÓN (7)
OPINIÓN (7)

“Hace setenta y ocho años, una sola bomba atómica privó a más de cien mil personas de sus preciosas vidas. Redujo la ciudad a cenizas y privó a la gente de sus sueños y de un futuro brillante en un instante. Incluso aquellos que escaparon de la muerte sufrieron dificultades que las palabras no pueden describir. Como primer ministro, expreso con reverencia mis más sinceras condolencias a las almas que fueron víctimas de la bomba atómica aquí. También extiendo mi más sentido pésame a quienes todavía sufren incluso ahora las secuelas de la bomba atómica”, comenzó diciendo el Primer Ministro nipón. Más adelante expresó: "Como único país que ha experimentado el horror de la devastación nuclear en la guerra", Japón continuará "incansablemente" sus esfuerzos para lograr "un mundo sin armas nucleares", y añadió: "La creciente división en el seno de la comunidad internacional en torno a los planteamientos del desarme nuclear, la amenaza nuclear de Rusia y otras preocupaciones dificultan aún más ese camino".

Bueno, no podemos dejar pasar el detalle: el horror descrito en las primeras palabras del Primer Ministro japonés, no tiene responsables en ese discurso. Por si alguien no se enteró aún de qué se trató el bombardeo a Hiroshima, la autoridad nipona debió mencionar que hace 78 años, Estados Unidos llevó a cabo el primer bombardeo atómico en el mundo con el agravante que lo hizo sobre población civil. Tres días después, el imperio dejó caer otra bomba nuclear sobre la ciudad de Nagasaki. Los bombardeos mataron a decenas de miles de personas inocentes. Esa marca que ostenta Washington aún no fue superada: es el único país en la historia de la humanidad que utilizó armas atómicas. Sin embargo, el asunto fue eludido olímpicamente en el discurso oficial del domingo.  

Algunas explicaciones posibles

En mayo de este año, el Gobierno de EE.UU. le prometió a Japón defender su territorio con todas las capacidades, incluidas las bombas atómicas. Así lo declaró entonces el presidente estadounidense, Joe Biden, en una reunión con el primer ministro Kishida, durante una visita realizada precisamente a Hiroshima. "El presidente Biden reiteró el compromiso de EE.UU. con la defensa de Japón en virtud del Tratado de Cooperación y Seguridad Mutuas, respaldado por toda la gama de capacidades, incluida la nuclear", comunicó luego del encuentro entre los mandatarios el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.

En esos días, al comenzar la cumbre del G7, Joe Biden y otros líderes mundiales depositaron coronas de flores en el Monumento de la Paz de Hiroshima y plantaron un árbol en honor a las víctimas del bombardeo. El representante de la Casa Blanca no emitió ninguna disculpa por el ataque. O sea: Japón se olvida de quién lo bombardeó pero señala a Rusia como un peligro nuclear, mientras el asesino atómico le promete protección a sus víctimas incluso con armamento nuclear. ¡Es demasiado!

Otro olvidadizo

El secretario general de la ONU, António Guterres, tampoco mencionó a EE.UU. como autor de la tragedia en su mensaje sobre Hiroshima. "Hace casi ocho décadas, las armas nucleares convirtieron Hiroshima en cenizas. Sin embargo, cualquiera que haya estado aquí sabe que los recuerdos nunca se desvanecerán", dijo Guterres, omitiendo también cualquier mención sobre los responsables.

Quizá esta amnesia es más grave que la anterior, pues Japón puede ocultar su propia historia esperando algunos favores del imperio, pero… ¡La ONU! Sí, las Naciones Unidas, en boca de su primera autoridad, también moldea el relato histórico. Imperdonable.

Oid el grito

El genial científico Albert Einstein, que algo sabía de bombas atómicas, ya había advertido en su tiempo: "No sé qué armas se utilizarán en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras". Era demasiado optimista: suponía que alguien quedaría sobre la faz del planeta en condiciones de tirar palos y piedras.

En ocasión de la entrada en vigor, en enero de 2010, del Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, Fidel Castro expresó: “Los pueblos están en el deber de exigir a los líderes políticos su derecho a vivir. Cuando la vida de su especie, de su pueblo y de sus seres más queridos corren semejante riesgo, nadie puede darse el lujo de ser indiferente, ni se puede perder un minuto en exigir el respeto a ese derecho; mañana sería demasiado tarde”.

Este viernes, la representación de Corea del Norte ante la ONU y otras organizaciones internacionales en Viena (Austria) difundió un comunicado en el que insta al mundo a condenar la proliferación de armas nucleares de EE.UU. "La sociedad internacional deberá alzar la voz de condena ante los actos ilícitos como la amenaza con las armas nucleares y su proliferación por parte de EE.UU., fuente de inestabilidad y antagonismo, y tomar medidas urgentes y sustanciales para garantizar la paz y la seguridad del mundo", reza la declaración, citada por la Agencia Telegráfica Central de Corea.

Es hora de que los gobernantes se pongan a la altura de los tiempos: la amenaza creciente provocada por el imperio Occidental, que utiliza a Ucrania como polígono de tiro, es una alarma muy fuerte. Están jugando con fuego… nuclear.

 

Olvidos imperdonables