Todo estaba a la vista desde el principio, pero parece que los focos van deteniéndose en partes. Ahora que Peluca aparece hasta en la sopa, y nos hartamos de ese nuevo tipo de criatura digital, desconectada de lo real, sumergida hasta el cuello en lo virtual, que propone vender riñones o privatizar calles, los focos se detienen en Villarruel.
Su linaje no era desconocido, pero recién ahora, que ha sido designada para encargarse de Seguridad, al mismo tiempo que hace su presentación oficial como reivindicadora del terrorismo de Estado, alarma.
Son un buen combo. El haciendo de Martínez de Hoz y ella de Videla. Un enroque. Ya no se necesita encubrir con militares un plan de saqueo terminal. Pero lo que tienen en mente necesitará también de las fuerzas armadas.
Esto es de cuajo. El problema ya no es el negacionismo. El problema es el fascismo. Y como en los 30 del siglo pasado, millones experimentan la libertad de ser siervos y la gozan porque les permite descargar en otros su ira. La descargarán sobre nosotros y no hará falta ser kuka. Bastará no ser uno de ellos.
Nunca más es algo que no se evapora. La gente que reivindica Villarruel cometió delitos de lesa humanidad. 30.000 detenidxs desaparecidxs, presentes. Si no somos capaces de tomar la posta y sostener la verdad, no “nuestra ideología”, no, la verdad histórica, la cosa juzgada, estos 40 años no habrán servido de nada.
Del portal Dejamelo Pensar.