Por Alejo Dentella
La historia política contemporánea en su formato mas clásico, que remite a la definición griega del termino democracia, como gobierno del pueblo, está próxima a cumplir sus cuarenta primeros años ininterrumpidos de ejercicio electoral. Puede ser considerado mucho o poco tiempo según la perspectiva con que se la mire. Nada, si se tiene en cuenta desde cuando fue aceptado como el sistema menos dañino para los intereses de la mayoría. Un montón para quienes votaron en 1983 promediando los 30 años y vieron escurrir sus legítimas expectativas entre promesas y promesas. De todos modos, podemos mantener la esperanza de que el tiempo, en algún momento, inclinará la balanza a favor de los habitantes de a pie. Los errores u omisiones de los gobernantes cotizan tres o cuatro veces más que sus aciertos. Mas aún cuando de los actos de gobierno mal logrados se puede desprender la sospecha de connivencia o mala praxis de las personas en quien se delega el poder.
Estamos a solo dos semanas de otro primer turno de visita a las urnas. Se define el recambio de autoridades ejecutivas en todos sus estamentos. Un proceso electoral que está mostrando como rasgo distintivo el factor sorpresa. Nadie sabe exactamente para dónde puede salir el resultado final. Las encuestadoras pifian. Cada territorio tiene sus particularidades. El oficialismo se debate entre sus propios números de la inflación. La oposición sabe que la encerrona en la que se encuentra nuevamente la Argentina es el resultado de un negocio entre Mauricio Macri, sus amigos bandidos y el FMI. La moneda puede caer para cualquier lado.
El pago chico también tiene lo suyo. No somos ajenos a la regla. En las últimas elecciones Darío Golía ganó en la ciudad cabecera y perdió en las localidades. Por apenas ocho votos, Alejo Pérez se impuso en el 2021. El intendente Víctor Aiola no pudo asimilar el golpe por la denuncia de corrupción en el área de Servicios Públicos y era inevitable que el entonces titular del área Juan Carlos “Pipo” Gómez cayera en la volteada. Aiola se bajó de la carrera, inclinó la balanza a favor de Pérez pensando en el financiamiento de la campaña, en la buena sintonía de este último con la Secretaría de Desarrollo Social y hasta con la posibilidad de que una derrota al piloto oficial le garantice la continuidad territorial de su liderazgo. En las últimas horas un nuevo hecho de gravedad institucional y humanitario sacude la tranquilidad de los vecinos de Rawson con una denuncia penal por “lesiones graves y abandono de persona”. La localidad en la que Aiola jugó todas las fichas para dar vuelta un territorio clásicamente peronista y ahora parece transformarse en el talón de Aquiles de una desgastada gestión de gobierno.
Las brujas existen
Apenas asumió como intendente municipal, Víctor Aiola, se lanzó a conquistar tierras y referentes del peronismo local. No hay, o no debería haber, localidades de primera o de segunda. Cada una tiene su propia música. En la literatura criolla de los numerólogos estaba sellado que O'Higgins es radical y Rawson peronista. De esta última se ocupó particularmente Aiola. Aprovechó tierra fértil laboriosamente trabajada por el exdiputado Darío Golía. Había mucho camino recorrido para lograr que los vecinos de ese pueblo tuvieran gas natural. Fue mérito del actual Jefe Comunal dar continuidad a ese trabajo y se llevó los laureles. También avanzó con el tendido de red cloacal. Dos obras que fueron hitos para esa localidad. Así ganó en cada una de las elecciones desde que asumió el Municipio. Pero en los últimos meses, en ese lugar pasan cosas que parecen premonitorias. Las brujas no existen pero que las hay, las hay.
Un militante
Una de las primeras conquistas internas hecha por Aiola en Rawson, fue la incorporación de Juan Carlos “Pipo” Gómez a sus filas. Gómez militó desde muy joven en la UCR enrolado en el espacio que se referencia en Diego Rodrigo. La cirugía menor con la que el pediatra buscaba consolidarse adentro del centenario partido no descuidaba nada. “Pipo”, como era cálidamente conocido en su pago, era un simple laburante del sector de Servicios Públicos, para finalmente dar el gran salto y quedar a cargo de la misma delegación. Pasadas las elecciones del 2021, cuando la tímida salida de la pandemia abría paso para empezar a diseñar el nuevo cronograma del 2023, Aiola se trae a Gómez como secretario de Servicios Públicos. Se notaba que el flamante funcionario conjugaba con destreza sus conocimientos del área y su militancia política. Aiola estaba convencido que montado en la cosmética del mejorado de calles, mucha pintura, sendas peatonales y alguito más, le sobraba para reforzar su piso de votos y transitar cómodamente hacia un tercer mandato. Los que conocieron de cerca la llegada de Gómez al Corralón Municipal le advirtieron al Jefe Comunal que se chocaba la calesita. Se la ponía de sombrero. En menos de lo que se podía suponer, salió a la luz un escándalo de corrupción en las oficinas de calle Villegas que todavía tiene un final impredecible y abierto. Aiola trató de cuidar a su funcionario. La contundencia de las pruebas en cuanto a comisión de delitos son irrefutables. Gómez, decidió que no podía seguir en ese lugar. Pidió la renuncia. Los días estaban contados para que el actual intendente desistiera de la re reelección.
Otra vez Rawson
Sino son las brujas es el destino. Algo parece que remite a la localidad de Rawson en este tiempo electoral. Hace unos días la escribana Melina Lucero presentó una carta ante el Concejo Deliberante denunciando falta de atención elemental en el cuidado de su madre, internada en el geriátrico de ese lugar, que derivaron en una quebradura de fémur luego de haber caído de su cama ortopédica que no tenia puesta la baranda de resguardo. El día viernes, la reconocida profesional se presentó ante la Fiscalía denunciando lo ocurrido, entre lo que menciona los delitos de lesiones graves y abandono de personas. Además, hace expresa referencia a presiones recibidas de parte del Secretario de Salud, Dr. Ignacio Gastaldi, hasta el extremo de que le fue solicitado que retire a la octogenaria mujer de ese ese centro asistencial. Ningún funcionario del gobierno de Aiola ha salido a poner claridad sobre lo ocurrido. Nadie puede sospechar de malas intenciones de la escribana Lucero, mucho menos cuando lo que está en discusión es objetivamente cierto y la víctima es una indefensa mujer que necesita cuidado y protección del Estado.
Las urnas dirán lo suyo
Mientras el cronograma de elecciones en todo el país sigue mostrando resultados que muchas veces desorienta, las encuestadoras pifian pero se hacen su verano. En definitiva, sus clientes mayoritarios son profesionales de corbata que manejan millonarios recursos públicos y prefieren hacer cuentas por aproximación antes de estar en serio con los pies en el barro. En Rawson, esa histórica tierra que es parte del Partido de Chacabuco, pasan cosas que son preocupantes. Los lugareños cuidan su identidad, no quieren hacer declaraciones públicas. Pero entre los parroquianos que frecuentan las confiterías de los clubes, en cada rueda de mates, o en breves conversaciones de estas tardes frías, se repiten los temas que los hicieron noticia. Nadie sabe cuánto puede influir todo esto en el veredicto de las urnas. Pero la única verdad es la realidad.