-¿Cómo están pudiendo atender las demandas sociales inagotables en tiempos de extrema fragilidad? El 40% de pobreza que marcan los indicadores, ¿se replica en Chacabuco?
-Hablar de indicadores es complejo, porque no tenemos mediciones en Chacabuco para que pueda dar estadísticas exactas. Nos vendrían muy bien para poner a analizar algunas cuestiones, pero la pobreza se hace presente como en todos lados. Estamos pudiendo llegar gracias a nuestro proyecto de descentralización en donde las trabajadoras sociales están en los barrios, y empezamos a recibir nuevas demandas, de personas que por ahí antes no se acercaban a pedir ayuda o asesoramiento. Sí notamos ese incremento, nuevos casos más allá de los que recibíamos habitualmente.
-¿Cuántas de esas cuestiones tienen que ver con la crisis habitacional que atraviesa Chacabuco?
-Sí, la situación habitacional en Chacabuco es compleja, del mismo modo que en el país y en la región. Hay muy pocos alquileres en el mercado para que la gente pueda acceder, lo cual nos da muchísimo trabajo poder acompañar a las familias en la búsqueda de una vivienda más allá de lo económico o no. Al haber poco, prima la ley de oferta y demanda, los alquileres están muy caros y a la gente le cuesta mucho. Es una situación compleja y de la que más nos ocupa.
-Distintos representantes del Gobierno afirman estar hace tiempo en la búsqueda de terrenos para comprar, se paralizó la construcción de las 272 viviendas que resultaron ser 132, y paralelamente sucede lo que afirmás con la oferta de alquileres, ¿cómo resuelven en el cotidiano esta situación?
-Para poner en contexto,se sigue gestionando ante los organismos correspondientes, que los fondos que ya estaban afectados para la terminación de las viviendas lleguen para poder finalizar ese proyecto, que liberaría espacios habitacionales para otras familias. Paralelamente, desde el área, trabajamos con muchísimo esfuerzo acompañando a cada familia que necesita una situación habitacional.
Y hay un proyecto muy interesante del Gobierno para poder comprar y otorgar terrenos para que varias familias tengan acceso a la vivienda propia.
-Una de las direcciones más sensibles a tu cargo es la de Niñez y Adolescencia. En estos días se puso en discusión la comercialización y uso de drogas en jóvenes, ¿cuál es la situación que conocés desde tu rol en el Estado?
-Tanto Niñez y Adolescencia y el área de Género son neurálgicas de Desarrollo, son muy sensibles. Sin dar nombre ni apellido, podemos decir que están en la centralidad de nuestra agenda. El consumo viene siendo una problemática en todos lados, y la ampliación del centro de Medio Día que funciona actualmente en el CIC Los Nogales, pero que va a tener su sede propia, está generando muchos programas para el abordaje comunitario de estos temas. Son áreas que hacen un trabajo muy silencioso, cuidado, porque nunca se expone a las personas que están en esas situaciones. Pero son primordiales para nosotros.
-¿Cómo se manejan con el presupuesto destinado al área con estos niveles de inflación?
-Somos muy cautos en Desarrollo, y la premisa siempre es dar bien y mejor, es una premisa en las trabajadoras sociales que acompañan mucho. Faltaría a la verdad si dijera que en algún caso que nos tocó resolver nos faltó presupuesto. Nunca en estas áreas tan sensibles nos pasó. Por ahí nos faltan respuestas, porque muchas veces la resolución no depende de lo que pase en el abordaje local.
-¿Cómo repiensan las políticas del área en situaciones de violencia extrema como las que nos tocaron vivir en los últimos tiempos?
-Las políticas públicas que tienen que ver con el abordaje de la violencia son muy amplias, apuntan a la resiliencia y a generar otro tipo de espacios. Hay abordajes directos, y otros de otras áreas como Salud Mental, Seguridad, Prevención y Cultura. Todo el tiempo estamos pensando y repensando políticas públicas que nos acompañen. El área de Cultura, por ejemplo, ofrece un montón de espacios que solos no van a resolver la violencia, pero que son un eje más en una ciudad que apunta a tener ejes de resiliencia.
-Hace pocos días se publicó la nómina de cargos jerárquicos del Ejecutivo, dentro de los cuales figura Desarrollo, ¿son necesarias todas esas designaciones para el correcto funcionamiento de las áreas?
-Sí, en mi área,y para las problemáticas que abarcamos, los funcionarios somos muy pocos y por eso le damos mucho lugar al trabajo comprometido de los empleados municipales que es clave y resulta muy interesante. Creo que en las demás áreas también. Chacabuco no es más la ciudad de hace treinta o cuarenta años que con muchos menos funcionarios se llevaba adelante una gestión. Hacen falta funcionarios que puedan dar respuesta a las múltiples problemáticas de los vecinos.
-Muchos radicales empiezan a posicionarse de cara al 2023. Por un lado Víctor Aiola habla de querer jugar en otras ligas y por otro no descarta una re-reelección, ¿cuáles son tus aspiraciones?
-Yo no tengo aspiraciones de ningún tipo para el 2023, lo que sí pienso es que más allá de las posiciones personales, el espacio definirá cuando Víctor decida o no su candidatura, y tendrá sus diálogos correspondientes para elegir sus candidatos. A mí me toca coordinar un área muy sensible, y aunque la política nos atraviese, hay una crisis a nivel nacional y abocarme a la gestión de lleno me parece lo más responsable. La gente la está pasando mal, los espacios tienen que definir con mucha responsabilidad los candidatos, y en ese sentido siempre estaré llevando mi opinión. Pero el desafío hoy, que es mucho mayor, es gestionar un Chacabuco que dé respuesta a los vecinos.
-¿El radicalismo necesita a su casa de puertas abiertas o cerradas en este contexto?
-El partido necesita siempre sus puertas abiertas, lugares de debate, espacios de encuentro, pensar políticas públicas, generar liderazgos, una juventud que empuje y acompañe la gestión de Gobierno. Hubo tiempos de pandemia donde tuvimos la obligación de estar más encerrados, pero el Comité ya lanzó sus jueves, van funcionarios, exponen lo que hacen y va por este camino. Todos somos responsables de seguir generando espacios de pensamiento y encuentro.