La inflación que se ve reflejada en todos los artículos convierte el comienzo del año lectivo en un desafío para muchas familias, especialmente aquellas que son numerosas. En comparación al relevamiento que hemos realizado el año pasado, donde se observaba que la inflación interanual había sido de un 50%, este año los comerciantes expresaron que los aumentos llegan hasta el 120% en algunos productos.
Diario Cuatro Palabras realizó una recorrida para hablar con los dueños de librerías sobre la situación y con las familias, observando cómo se percibe la realidad desde los dos lados del mostrador.
La situación de Chacabuco
En Librería Centro, ubicada sobre la calle San Martín, el propietario del comercio comentó que “las mochilas están prácticamente al costo, entre 6 y 9 mil pesos” pero que, generalmente, el valor al público es de 13 mil, para tener una idea desde donde parte la canasta básica. También explica que la inflación fue entre 90 y 120%, por eso la gente pregunta más los precios antes de comprar.
Respecto al método de pago explicó que suele ser en efectivo porque se venden cosas con un costo más accesible.
Por su parte, Librería Caty ubicada en Reconquista 91, coincide en que la inflación se ubicó en un 100%. El método que eligieron para poder acompañar a las familias que “no pueden o no cobraron o no disponen en el momento” es señar aquellos productos de mayor valor como lo son las mochilas, y luego las retiran cuando terminan de pagarlas.
Y aseguró que, en su caso, “no puede quejarse, no es un amontonamiento de gente pero viene bien”. Las compras comenzaron temprano, de a poco, algunos eligen pagar en efectivo y muchos otros a través de transferencia bancaria. De este modo, las familias, van pudiendo acceder a los productos. “Generalmente los abuelos, la gente mayor, paga en efectivo y los más jóvenes con tarjeta o transferencia”, aseguró.
En Librería Don Quijote se observa la misma situación, pero están a la espera de que “que se entreguen las listas, porque todavía no lo hicieron” y cuando eso sucede, y los días previos al inicio de clases, es cuando se activan las ventas.
“Recorremos y vemos precios, qué es lo que conviene”
Cuatro Palabras también habló con las familias con hijos chicos para conocer su perspectiva. M. tiene cuatro hijos escolarizados y explica “si alguna cosa está en condiciones lo usan de nuevo o se lo pasan entre hermanos pero en general hay que comprar casi todo nuevo”. Para su familia, lo más práctico fue aprovechar un descuento de Cuenta DNI en un supermercado grande que tenía buenos precios para comprar las cosas más indispensables como blocs de hojas, útiles, etc. Pero para comprar “zapatillas, mochilas o guardapolvos” buscan aquellos precios con mejor relación precio-calidad, que generalmente pagan en tarjeta a menos que tenga un descuento significativo en efectivo.
Pareciera que el Programa de Precios Justos sólo se encuentra en nuestra ciudad en cadenas de supermercados o grandes comercios, dejando en una complicada competencia a las librerías de barrio.
Por su parte, Ia madre de un hijo que comienza el jardín, coincide con las librerías en el hecho de que, al no tener aún las listas de útiles, no sabe qué comprar y está esperando para hacerlo. Explica también que es usuaria de Cuenta DNI por lo que cree que va a aprovechar las promociones que encuentre o bien, pagará en efectivo considerando que algunas cosas como “la mochila y el kit de vaso/plato lo tiene desde la colonia”.