La celiaquía es una enfermedad que genera una intolerancia permanente al gluten, proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno. Afecta la calidad de vida de las personas que la padecen, quienes sufren discriminación en góndolas, en ámbitos sociales e instituciones que no los contienen.
“Hay que entender que hay un montón de muchas personas que no tienen los recursos económicos para llevar adelante ciertas dietas que son muy costosas, porque los productos para celíacos -y es un sinsentido- son mucho más caros”, dice José Bega, voluntario de la Red.
Para “abrazar” a estos vecinos empezaron a reunirse con diferentes voluntarios. Dos de ellas tienen celiaquía y eso les permite tener una mirada más cercana de lo que implica tener el diagnóstico. “Nos comparten las dificultades que tienen en el día a día. No solo por el precio de los productos, sino porque muchas veces los lugares de gastronomía no tienen posibilidades para que se puedan sentar como cualquier otra persona a disfrutar de un momento con amigos, amigas, familia, entonces se hace muy difícil”, dice Bega.
Además, asegura que “Tener a alguien en la familia con celiaquía modifica la dinámica familiar, también para los niños, niñas y adolescentes es difícil en los colegios, porque faltan capacitaciones para saber de qué manera tratar el tema y acompañar”. Por eso, insiste, “Chacabuco está necesitando poner en agenda este tema de forma urgente, y por eso seguiremos haciendo reuniones para ver de qué manera podemos colaborar”.
En principio, están en contacto con profesionales de la salud, nutricionistas, directivos del Hospital para aplicar estudios que permitan una detección más rápida; con Jefatura Distrital para articular encuentros con directivos de los establecimientos educativos de la ciudad para poder informar y brindar recursos que les permitan acompañar en el día a día a las y los alumnos, y con responsables gastronómicos para que incluyan alimentos aptos para celíacos en sus cartas.
