Accidentes domésticos en la infancia
Caídas, quemaduras, cortes, ahogamientos o intoxicaciones. Los accidentes domésticos en la infancia son una realidad y constituyen una seria demanda sanitaria y social, con necesidad de un urgente abordaje. En Argentina, durante 2018 fallecieron 10.376 personas por “lesiones no intencionales”, de las cuales una cuarta parte eran niños. Además de las secuelas físicas y psíquicas, se produce el sufrimiento de las familias, y un enorme gasto económico y sanitario. Angela Bressano es Trabajadora Social y eligió este tema para su tesis. En diálogo con Cuatro Palabras, explica sobre el panorama local de la problemática y las estrategias de intervención. "Las políticas locales para prevenir estos tipos de accidentes son muy escasas", asegura.
Por Brenda Voisin
Para conocer de cerca los riesgos de lesiones domésticas en ese periodo vital, es necesario primero entender los “riesgos”, como la posibilidad de sufrir un daño físico o psicológico futuro, que se puede manifestar en cualquier momento durante la realización de actividades cotidianas de las niñas y los niños, que aumentan o disminuyen teniendo en cuenta la materialización misma de tales riesgos.
En Argentina, se estima que por cada lesión se producen 200 consultas al servicio de urgencia, generando múltiples gastos económicos y sociales para las familias y el Estado. “En realidad se está tratando de cambiar el concepto de lo que es un accidente doméstico en la infancia y esto lo avala la Sociedad Argentina de Pediatría, sosteniendo que no son consecuencias de hechos fortuitos y al azar, sino que son totalmente evitables, es decir se pueden prevenir”, dice Ángela. Como parte de su trabajo final de investigación para lograr el título de Trabajadora Social, eligió abordar este interesante tema. Además, es madre de una nena de 3 años, y por eso “me siento muy identificada, y me toca de cerca”, expresa. “En Chacabuco, las políticas locales para prevenir estos tipos de accidentes, son muy escasas”, afirma.
A lo largo de la elaboración de su proyecto pudo verificar su hipótesis, donde plantea que las políticas locales de prevención de accidentes domésticos en la infancia, tienen poca incidencia en Chacabuco, con lo cual, la baja implementación de las mismas hace que las estadísticas no disminuyan. Posicionándose sobre este supuesto, como técnica de recolección de datos en el campo de trabajo, encuestó a 43 adultos que tuvieran a su cargo a algún niño/a de entre 0 y 6 años de edad, y les consultó si ese menor había sido protagonista en algún momento de algún accidente en el hogar. El 95,2 por ciento respondió que sí. Y de ese total, expresaron que los más frecuentes fueron las caídas, seguido de quemaduras, cortes, ahogamientos, y finalmente las intoxicaciones.
En ese caso, el 55 por ciento no supo cómo lidiar con la situación, mientras que el 45 por ciento logró responder de manera adecuada frente a tales hechos. No obstante, el 85,5 por ciento revelaron haber asistido a la Guardia Pediátrica del Hospital Municipal en busca de asistencia para el/la menor. “Esto quiere decir que si bien una gran parte de la sociedad sabe cómo manejarse, se quedan con dudas y acuden al Centro de Salud, lo que genera muchos costos económicos y en Salud”.
Es preciso recalcar que la totalidad de las personas considera que en Chacabuco faltan políticas de prevención en la materia. “Esto refleja el insuficiente abordaje de la problemática. Sería interesante que desde nuestro rol como Trabajadores Sociales y como profesionales, se pueda trabajar articuladamente con distintas instituciones locales”, menciona Bressano. El eje central de abordaje es la educación y formación, para que la sociedad adulta pueda reconocer cuáles son los ambientes peligrosos, y los posibles factores de riesgos de lesiones, físicas y/o psicológicas, ya que “aplicando solamente medidas simples y prácticas, esto se podría evitar.”
Además, la entrevistada acudió a charlas con profesionales de la Salud. Una enfermera de Pediatría del Hospital Municipal del Carmen, que se ocupa de la atención integral y seguimiento continuo de lactantes, niños y adolescentes, se refirió a la poca injerencia de acciones de promoción y prevención estatales, manifestando que “No hay, te lo aseguro, y sería muy necesario que estuvieran, los accidentes domésticos parecen un tema tabú, de eso no se habla”. Para ella, las charlas y talleres a padres son propuestas que podrían funcionar. “En primer lugar llegan niños quemados, generalmente porque se lastiman en la cocina, con ollas hirviendo o pavas que se encuentran en el fuego. Nosotras realizamos las curaciones; si los niños/as vienen muy quemados se los interna, se los trata y se sigue citando al menor de manera ambulatoria, hasta que se le dé el alta”. Pero también, son muy usuales las caídas, como golpes en la cabeza, traumatismos, cortes, etc. Relata que “Actualmente hubo una racha muy grande de niños quemados, pero gracias a dios todos son tratables…”
Dialogando con una Trabajadora Social del Servicio Social del Hospital, pudo saber que con anterioridad se dictaron dos talleres, uno llamado “Pie de bicicleta”, donde se les informaba a las familias los cuidados preventivos que debían tener, en caso de que el niño o niña mete los pies en los rayos de ese rodado. Y la otra capacitación era destinada a madres primerizas sobre lactancia materna y prevención de ahogamientos. El Gobierno local, durante el año 2020, lanzó un comunicado sobre la salud, donde se dispusieron una serie de medidas preventivas sobre la temática. En ese sentido, la profesional consultada lo consideró “de poco alcance para la población, porque no se le da la real importancia a la problemática”.
Asimismo, una médica especialista en Pediatría, que también trabaja en el Hospital Municipal, atendiendo en consultorios externos y llevando a cabo guardias activas tres veces por semana, cree que es necesario que se implementen estrategias de este estilo, y que “los flyers ayudan, en la sala de espera a modo de propaganda, porque es impresionante la cantidad de chicos que ingresan por accidentes domésticos”. En la misma línea aseguró que “Sin exagerar, hay dos por cada guardia, casualmente ayer (por ese día), a una nena de 7 años se le cayó el hermanito recién nacido, estuvo en Terapia Intensiva, por suerte está a salvó”, contó. Aseverando los dichos de la enfermera, dijo “Vemos muchas quemaduras por caño de escapes de motos, ingesta de medicamentos que quedan al alcance de los niños, también de intoxicaciones por elementos de limpieza”. “Lo que hacemos es hablar con los padres pero después que pasó, ya no sirve… Este año (Por el 2021), tuvimos tres ahogamientos en piletas, eso sí nos movilizó mucho, porque se puede prevenir, un cerco, y es vigilancia, mirar al niño…eso es descuido.” Mientras agregó que “Si, falta concientizar. Este es un tema del que no se habla y hay mucho por hacer.”
Según los datos obtenidos de las encuestas, el 85% de los niños que han sufrido un accidente doméstico son llevados a la Guardia de Pediatría del Hospital Municipal Nuestra Señora del Carmen. Desde la Guardia, se habla con las familias después de que el accidente doméstico ya pasó, pero la especialista sigue manifestando que “esa medida no sirve”.