Un acto de reparación
Una placa de bronce colocada por la última dictadura militar en una escuela rural del Partido de Chacabuco, finalmente fue resignificada y su intervención inaugurada durante la tarde de ayer. El encuentro contó con la presencia del subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Matías Facundo Moreno, quien expresó su satisfacción de “poder transformar lo que sucedió hace 50 años en un puente para que la transmisión de la Memoria sea una realidad efectiva”.
Por Andrés Colicchio.
El hecho, que constituyó una reparación histórica y una posibilidad de construcción de sentido para la formación ciudadana y democrática de los alumnos, docentes y la comunidad educativa, tuvo lugar en las instalaciones de la Escuela Primaria Nº39, “Joaquín V. González”, perteneciente a nuestro distrito, ubicada en el cuartel VI, en el tramo
de la ruta provincial Nº30 que separa a Chacabuco de la vecina ciudad de Chivilcoy. La ceremonia tuvo inicio con una expresión artística de la profesora de Teatro Luz Kling, en la que evocó parte de la obra del escritor Haroldo Conti, a los pies de un Álamo
Carolina que se encuentra en el patio de la escuela.
“Plantando Memoria”
Seguidamente hizo uso de la palabra la Jefa Distrital, Andrea Castronuevo, quien expresó que “desde la Educación trabajamos en diferentes actos junto a la Comisión de la Memoria plantando y manteniendo viva la Memoria, para desde el lugar que ocupa cada uno asumir el compromiso de multiplicarla. El encuentro de hoy nos permite resignificar una placa que tiene plasmada una historia que nos enlutó a todos los argentinos con 30.000 desaparecidos, con niños y niñas robados y derechos vulnerados. Se trata de tener una mirada que nos permita situarnos en esta actual democracia, donde tenemos libertad de acción y un estado presente que nos acompaña”.
El hallazgo
La placa de bronce, encabezada con el título “Proceso de Reorganización Nacional”, nombre elegido por los militares en 1976 para denominar a lo que fue la dictadura más sangrienta de la historia argentina, se encontraba en una de las paredes del pequeño salón de usos múltiples de la escuela, colocado por el gobierno dictatorial provincial el 17 de octubre de 1981, luego de que se realizaran refacciones al edificio tras un incendio. En una visita a la institución realizada dos años atrás, el concejal Rodolfo Serritella advirtió la presencia de la placa, y decidió diseñar un proyecto para tomar una medida al respecto.
“Hay que arrancarla”
En un primer momento, Serritella pensó en que la placa debía ser inmediatamente removida por el significado nefasto que tenía. Pero luego, en un trabajo conjunto de la
diputada Micaela Olivetto con la Comisión Memoria y Justicia de Chacabuco, la Jefatura Distrital y el equipo de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, se pensó realizar una intervención artística e histórica para resignificar la placa sin necesidad de sacarla del lugar.
“Construir los nuevos Nunca Más”
Durante el acto tomaron la palabra diferentes actores, entre los que estuvo la diputada Micaela Olivetto. La legisladora destacó la necesidad de que “los Derechos Humanos tienen que constituir una mirada transversal y deben ser una política de Estado. Esta placa y este acto resignificativo nos ayuda a entender que la dictadura cívico militar no pasó solamente en las grandes ciudades. Como a los desaparecidos de Chacabuco los secuestraron en las grandes urbes, pareciera que aquí en Chacabuco no hubiera pasado nada. Y todo el tiempo hay marquitas de la Memoria que tenemos que prestarles atención y empezar a mirarlas, para identificar y comprender que acá también pasaron cosas. Es nuestra responsabilidad poder formar una mirada de Memoria y Justicia, pero por sobre todo poder empezar a construir los nuevos nunca más”, manifestó Olivetto.
Los colores y el texto de la nueva placa
Por otra parte, la diputada provincial se refirió a la diagramación de la nueva placa resignificativa que rodea a la placa de la dictadura. “Junto a todo el equipo de Matías (More-
no), pensamos atentamente los colores que íbamos a usar, y quisimos que el texto fuera breve y se entendiera, porque está dirigido a los chicos y las chicas que vienen a esta escuela”, dijo. Entre otras explicaciones históricas, los textos dicen “Las escuelas fueron lugares de control y silencio. Hoy son espacios para construir memoria, Verdad y Justicia”, rodeados de dibujos de pañuelos blancos de Madres y Abuelas y mariposas celestes. Una frase domina la parte superior de la placa encabezando: “Un pueblo con
Memoria es Democracia para siempre”.
“No hace falta ser adultos para entender”
Por otra parte, Olivetto enfatizó mientras miraba a los alumnos que portaban las banderas de Ceremonia de las Escuelas 16 y 28 que también estuvieron en el acto, “no hay temas demasiado complejos como para que no puedan enseñarse a los niños y niñas, hay herramientas y estrategias para poder adaptarlos y no asustarlos con lo que pasó,
que fue un horror. Se trata de pensarlos desde el lugar de los nuevos Nunca Más, una futura ciudadanía comprometida con la Democracia y los Derechos Humanos”, expresó refiriéndose a las futuras generaciones. Y finalizó: “Sobre todo debemos trabajar en el fortalecimiento de la convicción de que nadie puede ser feliz si el de al lado la pasa mal, y entender que la patria es el otro y la otra”.