“Caminé con muchas intenciones”

La concejal Gaby Belfortti fue parte de la peregrinación que convocó a más de trescientos vecinos de la ciudad que marcharon desde el barrio porteño de Liniers, hasta el Santuario de Nuestra Señora de Luján. Viajó con intenciones propias y ajenas, y se sintió convocada por el lema de unidad como pueblo. En diálogo con Cuatro Palabras revivió la experiencia y habló del rol social de la iglesia. 

 

Este año el lema fue “Madre, míranos con ternura queremos unirnos como pueblo”. Gabriela Belfortti, que desde hace tiempo insiste en la necesidad de tejer puentes entre distintos sectores políticos y sociales, se sintió especialmente convocada por la consigna. “Ahí nos encontramos todos, porque no hubo banderías políticas”, asegura. 

El grupo local, que se fundió con el paso de miles de fieles en la 48va. edición de la Peregrinación juvenil a pie a Luján, marchó desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hasta el Santuario de "Nuestra Señora de Luján", donde se realizó la tradicional misa frente a la Basílica.

Salió cerca de las nueve y media de la mañana, y durante las doce horas siguientes fueron frenando en las paradas establecidas, además del punto prefijado de la parroquia local, donde pudieron comer, curarse y descansar. 

“Quienes te reciben cumplen un rol muy importante porque para nosotros llegar y encontrar el abrazo de esa gente, y un lugar de pertenencia, es muy importante. Incluso, muchos de ellos, peregrinarían si no estuvieran cumpliendo ese rol, esa fuerza y ese abrazo te lo dan durante todo el camino”, dice. 

En su caso, tardó doce horas en llegar, “pero cada uno va a su paso, no es una carrera, lo importante es el camino”, y llevó varias intenciones desde acá. “Yo había avisado que viajaba, entonces me encomendaron muchas intenciones, y yo me las fui anotando, eso implicó sentir mucha responsabilidad, no era llegar solo por mí, me ayudó mucho a motivarme, es durísimo porque son muchas horas, pero entendíamos que más allá de la preparación física nos mueve la fe, fue muy emocionante”, cuenta.  

Hacía muchos años que quería hacerla. Nunca había visto la Basílica de noche, y conforme se iban acercando a la llegada y aparecían las primeras luces, se emocionó. 

 

-¿Qué análisis hacés del rol que ocupa la iglesia hoy en la sociedad?

-Sorprende ver la cantidad de jóvenes que peregrinan. Uno piensa que los jóvenes están lejos de la iglesia, y a veces no los ves en misa, pero no es falta de fe. El sábado, más de la mitad eran jóvenes y aportan energía, alegría, entusiasmo. Eso contagia. 

El rol social de la iglesia es muy importante, en la ciudad hay un grupo de jóvenes que recorre hogares, instituciones. Acompañan a la comunidad. Yo lo viví cuando estuve al frente del Hogar, donde había abuelos muy creyentes, y ellos son de mucha ayuda. 

 

-En territorio, la Iglesia ¿se fue aggiornando a lo que sucede puertas afuera?

-Sí, creo que fue fundamental el trabajo que hizo el padre Lucas durante los años que estuvo acá porque pudo contagiar a muchos jóvenes para que se unan. Hoy tienen mucha actividad y están contenidos. Hay un sentido de pertenencia muy fuerte, que es genuino. 

Y otra parte fundamental es la labor de Cáritas, que por ahí no es tan visible, pero no es menos importante. Hoy acompañan a doscientas familias. Para ellos no existen los feriados, están frente a cualquier urgencia. Están presentes en todos los barrios de Chacabuco, dan apoyo escolar, brindan alimentos, ropa. Cuentan con gente muy comprometida.