Cerró anoche el Festival de Jineteada y Canto
“La grande de Chacabuco”, el Festival de Jineteada, Monta Especial y Canto organizado por Sergio Miranda, tuvo su cierre con la actuación estelar de Destino San Javier, en el Campo Guardia Nacional, ubicado en calle Carlos Gardel 700.
Más de 17 años pasaron de aquella oportunidad en que el Chaqueño Palavecino cerraba una jornada de jineteada en las viejas instalaciones deportivas del Club Argentino de Chacabuco, con muchísimo público presente. Desde entonces no se organizaba en nuestra ciudad un festival de las características de “La grande de Chacabuco”, que combinó el espectáculo de jinetes de jerarquía, con el de los artistas del género folklórico que subieron a cantar a un importantísimo escenario, emplazado en el Campo Guardia Nacional, ubicado en Carlos Gardel al 700. El evento, salvando distancias, guardó características parecidas a la de la popular fiesta de Jesús María, convocando inclusive a animadores, payadores y montadores que son habitués de los escenarios y el campo de la ciudad cordobesa.
Una lluvia que amenazó la fiesta
El viernes por la noche, las márgenes del campo de doma ya estaban pobladas por carpas de aficionados y seguidores de la doma que desde diferentes puntos de la región se instalaron con 24 horas de anticipación para asegurarse un lugar privilegiado para observar el desempeño de los jinetes. Una fuerte lluvia que inició por la noche, tras meses de sequía y lloviznas esporádicas insuficientes, amenazó con opacar el espectáculo, pero el sábado amaneció sin agua, y la intensidad y rapidez con que se produjo la precipitación, hizo que no se anegara el suelo y pudo desarrollarse todo con normalidad.
El escenario
La jineteada contó con importantes animadores, destacándose entre otros Néstor Ramello, quien ofició de animador principal y actualmente forma parte del plantel del Festival de Jesús María, junto a Marquesini y Tito Garcilaso. Además pasaron por el escenario de los payadores, situado a un costado del escenario principal, Luciano Martínez y Lucas Arce. En cuanto a los artistas folklóricos, estuvieron en el mismo buen nivel, presentándose el sábado Juan José Martínez, la revelación Dante Crivelli, de Bragado, Zuni Machado, de Salto, Los Mercenarios del Folklore, de nuestra ciudad, los payadores locales Alejandro Armendáriz y Pocho Garialdi, el payador Lucas Sago, de Pergamino, cerrando la noche Yuyo Gonzalo, guitarrista que tocó para Horacio Guaraní durante 15 años”. El domingo comenzó al mediodía con Carlos Ramón Fernández, popularmente conocido como El Chacarero Cantor, mientras que el cierre final estelar estuvo a cargo del popular grupo Destino San Javier.
Puestos artesanales y fogón
El evento abrió la participación a diferentes puestos gastronómicos con tortas, pasteles, empanadas, exprimidos, licuados, comidas rápidas, ensaladas de fruta, embutidos artesanales, entre otros. Como alternativa gastronómica principal estuvo el tradicional fogón, que contó con la participación de los hermanos Navarro y los hermanos Carvallo. No faltaron los puestos artesanales de cuchillos y facones con trabajos de platería, gravado de mates y pavas personalizados, ponchos tejidos, trabajos con cueros y lanas de oveja, así como aquellos donde se vendía indumentaria y elementos relacionados al caballo.
El trabajo en la maroma
La competencia, que viene organizándose desde el mes de marzo, incluía jineteada y montas especiales y contó con la participación de 120 caballos. Desde el sector de la maroma, uno de los baquianos, Nicolás Loureyro enseñó a Cuatro Palabras en una emisión en vivo cómo se desensillan los caballos que van saliendo del campo de doma tras la participación en la jineteada. “Este es un trabajo que no se ve, pero cada caballo que jinetean viene a parar acá, donde nosotros en la maroma le sacamos el bocado y lo desensillamos”, explicó.
Estacionamiento ocupado en su totalidad
Previendo la numerosa cantidad de personas que iban a asistir, se dispuso una quinta completa para estacionamiento de autos y motos. Las imágenes de ayer por la tarde semejaban las que pueden verse en las playas de estacionamientos de concesionarias de vehículos del gran Buenos Aires, colmada de vehículos. Los organizadores expresaron que “se colmaron las expectativas, la respuesta de la gente fue impresionante y estuvo a la altura de la magnitud del festival”.