Una conquista internacional que ATE institucionalizó para los trabajadores del Estado Municipal
Como cada 27 de junio, hoy se celebra el Día del Trabajador Estatal. La jornada fue oficializada por ley hace diez años y se la considera feriado para quienes se desempeñan en la administración pública. Cuatro Palabras dialogó con trabajadores municipales que revelaron cuál es la situación que atraviesan, cuál es el valor simbólico de ser estatal, cuál es el compromiso con la comunidad y si se sienten valorados.
El Día del Trabajador Estatal se celebra el 27 de junio porque en el año 1978, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó -ese mismo día- convenios y recomendaciones que aseguraron a los trabajadores estatales de todo el mundo el derecho a sindicalizarse y a pelear por sus intereses mediante los convenios colectivos.
En diálogo con Cuatro Palabras, Freddy, trabajador público que se desarrolla en el ámbito de la salud, asegura que “ser trabajador estatal es lindo y complicado a la vez, porque sos parte de los que ayudan a que la comunidad vaya para adelante, pero los distintos Gobiernos no valoran la labor que hacemos”. En ese sentido, indica que “los sueldos que tenemos son muy bajos en todo el país, y salvo en raras oportunidades, siempre fue así”.
Además, señala que “todo aquel que trabaja en el Estado, le pone todo su compromiso, y algunas veces el pueblo es ingrato porque siempre se trató al trabajador municipal de vago, no ven el sacrificio que se hace levantándose a cualquier hora, saliendo a la calle abajo de la lluvia, con frío, calor, o en nuestro caso con varios turnos, trabajando día y noche en el Hospital con la mejor predisposición”.
La situación que atraviesan hoy es -dice- bastante deplorable. “Con las políticas de los últimos años han caído estrepitosamente nuestros salarios, no somos para nada escuchamos, se nos ríen en la cara. Uno hace las cosas y pide cosas para que todo funcione mejor”, asegura.
Para el profesional de la salud, si hay algo falta a los trabajadores, es lograr un convenio colectivo de trabajo. “Obviamente los que gobiernan no quieren que los tengamos para que no podamos conquistar más derechos”, insiste.
Para Rosana, del área del Laboratorio del Hospital, ser trabajadora estatal “es super importante”, y destaca que se brinda un servicio a toda la comunidad, ya sea en el área de salud, en el Corralón, en la administración. “A mi me enorgullece, es más, tuve la posibilidad de trabajar en lo privado, pero siempre elegí el Estado”, asegura.
“Desde el que barre la calle, poda una planta, o recoge el residuo, controla el tránsito, todos somos importantes”, señala.
Además destaca que el día se celebra “por un logro de la Asociación de Trabajadores del Estado, porque cada ciudad debe tenerlo como ordenanza, y ATE lo logró -con Horacio Calarco a la cabeza- en la gestión de Mauricio Barrientos a través del Concejo Deliberante”.
Respecto a la situación que atraviesan hoy los empleados del Municipio, afirma que “por una campaña sucia en contra nuestro, cada vez que hacemos un reclamo, un paro, nos miran mal, nos señalan, nos han tildado de vagos. Así y todo, con un sueldo mal pago, que no está debidamente reconocido, y con mucha gente en contra, seguimos prestando el mejor servicio”.
Para Lucas, empleado administrativo, el valor simbólico de un trabajador estatal se pone en juego en diversos contextos, operando como categorías con las que se definen a sí mismos y a los otros. “Ser trabajador estatal tiene que ser un comportamiento ético que se traspasa de funcionarios a trabajadores y llega hasta la comunidad, nunca estamos solos como empleados estatales”.
Para este trabajador, los estatales son “ninguneados” según las áreas en donde se trabaja. “No es lo mismo el trato que recibe un trabajador del Corralón como un trabajador del Municipio o de la Casa de la Cultura, generalmente los que son los más expuestos son los que más atacan”. Además, insiste en que los Gobiernos, “no valoran a los empleados como un gran equipo” y que sería clave “valorar con simples acciones, porque el resultado es mucho mejor, dando ganas de trabajar, ayudar y por qué no a acompañar a la gestión de turno”.
Para Lucas, el compromiso que implica trabajar para la comunidad es de mayor responsabilidad, transparencia y compromiso “ya que uno está más expuesto a la comunidad en el choque diario, cuando los vecinos necesitan que se les resuelva un problema, sea válido o no”.
Por último, señala que la situación general de los empleados estatales de Chacabuco “es muy mala”, debido a que la gestión actual “no le importó nunca durante estos ocho años mejorar la calidad de vida a sus empleados, mejorando el sueldo, ropa de trabajo, etc”.