Otro crimen nos sacude

El peor de los desenlaces tuvo la búsqueda de René Grobets, el joven de 27 años que se había ausentado de su domicilio el día lunes y fue hallado sin vida en una casa ubicada en avenida Alfonsín y Pringles, con signos de haber sido asesinado. Un celoso cerco perimetral se realizó a principios de la tarde frente a la vivienda, donde su morador fue detenido como sospechoso de haberlo ultimado de dos balazos. La muerte databa de 24 horas atrás, con el detalle dantesco de que durante ese lapso el acusado permaneció en la casa junto con el cuerpo.

 

La identidad del homicida

Pasaron algunas horas para que comenzaran a trascender detalles sobre el violento y lamentable episodio que terminó con el deceso de Grobets. Uno de ellos se vinculaba a la identidad del imputado, quien resultó ser un hombre de 41 años muy conocido en nuestra ciudad por dedicarse a la venta callejera de pochoclos. Por esa ocupación se lo conoce con el alias de "Pochoclero". Ahora enfrenta una grave acusación y permanece detenido e incomunicado.

 

La búsqueda

Grobets se había ausentado de los lugares que solía frecuentar el pasado lunes, luego de asistir durante la mañana a la Guardia del Hospital Municipal por un dolor de muelas. Allí había sido visto por última vez, y luego de no regresar durante 24 horas a su domicilio de Urquiza 22, su actual pareja llamó a la Policía. A las 09:30 del día miércoles, desde la Comisaría se envió a los medios un comunicado de búsqueda que señalaba su ausencia con foto y descripción de Grobets. A partir de ese momento comenzó un operativo en el que participó la pareja, quien acompañada por la Policía comenzó a recorrer diferentes lugares, pero ninguno relacionado con el acusado.

Hubo un conflicto previo

Por otra parte, se empezaron a conocer algunas situaciones anteriores que podrían echar luz a las circunstancias en que desencadenaron el fatal desenlace. Al parecer, el asesinato tuvo como precedente un conflicto de corta data. Grobets y su asesino tuvieron una violenta discusión días antes del hecho, lo que podría ser un indicio relevante para establecer el móvil del crimen. El fallecido habría tenido diferencias con el homicida, lo que los mantuvo enfrentados en un problema sin resolver. El lunes, tal como lo señalamos al inicio de esta nota, Grobets se había dirigido a la Guardia del Hospital, a metros de la casa donde vivía el autor del crimen. A partir de allí no se supo nada más de él, lo que obliga a pensar en que su próximo paradero fue la casa donde luego se lo halló sin
vida.

 

El homicida atendió a la Policía

El mismo día lunes a las 12:00, la Policía Comunal se hizo presente en la casa del homicida por el llamado de un vecino que señaló que había habido una reyerta en el lugar entre dos hombres. Los agentes de seguridad golpearon la puerta, el autor del homicidio salió, se entrevistó con ellos y les explicó que efectivamente había mantenido un enfrentamiento con una persona “pero ya se había retirado del lugar”. Los datos sobre la hora de la muerte arrojados por la autopsia podrían indicar que mientras hablaba con los uniformados, el cuerpo ya estaba adentro y que en realidad el imputado los engañó con su relato.

 

Las teorías de un viaje

Grobets acostumbraba viajar a dedo, no era la primera vez que se ausentaba por algunos días, por lo
que en una primera instancia se especuló con que se hallara fuera de la ciudad, pero esa posibilidad que daba esperanzas para un mejor desenlace, no pudo ser confirmada.