VIAJE EN EL TIEMPO

El día que un paracaidista polaco, veterano de la Segunda Guerra Mundial, tuvo un trágico final en Chacabuco

Finalizaba el caluroso mes de enero del año 1971 cuando, el día domingo 31 alrededor de las 19:30, un inusual accidente tuvo lugar frente al campo de vuelo del Aero Club de Chacabuco. El polaco Juan Badowski, de 51 años, domiciliado en Pueyrredón 299 -la pensión de Saturnini-, perdería su vida en una práctica de salto en paracaídas. En este viaje en el tiempo, recordamos la nota realizada por el Bisemanario Chacabuco sobre ese trágico hecho. 

EL ACCIDENTE

Badowski, quien era un experimentado paracaidista que había intervenido en la Segunda Guerra Mundial, ya era una figura familiar en el Aero Club local. No había domingo, si las condiciones climáticas eran buenas, que no practicara saltos. Satisfacía su entusiasmo por el peligroso deporte y a su vez era un motivo de atracción para los concurrentes al campo de vuelo, hasta donde se trasladaba en una moto portando su propio equipo de lanzamiento. También era recordado por realizar exhibiciones durante la Fiesta del Maíz. 

El domingo 31 de enero de 1971, una falla en su moto no le impidió asistir a la pista de vuelo, alquiló un auto y se dirigió al Aero Club. Al promediar la tarde, en un Cessna 172 propiedad de la institución y piloteado por nuestro vecino el señor Enrique Cañeque, Badowski se arroja al espacio en un salto tipo comandado desde una altura aproximada a los 800 metros.

El descenso se cumplía normalmente a la vista de las numerosas personas que en esos momentos presenciaban la práctica. Coincidentemente, por la ruta 7, transitaba un jeep IKA conducido por su propietario, Carlos Donatucci, de 47 años, albañil domiciliado en Corrientes 130 de nuestra ciudad, acompañado por su esposa Rosa del Carmen Nanni y su hija Griselda Mercedes de 9 años. “Salimos a dar una vuelta y al llegar a la Espada Rota le dije a mi esposo que regresara. Pero él quiso llegar hasta el Aero Club…” contaba más tarde la señora de Donatucci. 

Badowski, presumiblemente por un golpe de viento (según información policial) se desvió del lugar fijado para el descenso cayendo sobre un cable telefónico que cruza la ruta, cortándolo. Donatucci, sorprendido al oír un golpe (“en la chapa del paragolpes quedó la marca de la suela de goma de los botines” según narró) y ver obstaculizada su visión por la tela del paracaídas que cubrió su vehículo, sin saber a ciencia cierta de qué se trataba, no atinó a frenar a tiempo. Fue así que el infortunado deportista, que cayera dando el frente al vehículo, fue arrastrado varios metros de espaldas sobre el pavimento. 

FALLECE EN EL HOSPITAL

Badowski fue trasladado en una camioneta al Hospital por el señor Víctor Gribaudo y el doctor Osvaldo Buey, ambos miembros del Aero Club. Allí, los doctores Roque Pire y Fredy Vaninetti, practicaron una traqueotomía al herido que poco más tarde fallecía víctima de las graves heridas que presentaba. 

EXCOMBATIENTE DE LA 2DA GUERRA MUNDIAL

Badowski trabajaba como cañista montador para la empresa Mc Kee que construyó las instalaciones de la Staley Argentina en Chacabuco. 

Uno de nuestros cronistas conversó con Juan Bielaj, compatriota del extinto. Bielaj salía en esos momentos de la comisaría: había intentado que le entregaran el equipo de su compañero para enterrarlo con él, para cumplimentar un juramento de práctica en la última contienda, donde ambos participaron activamente como integrantes del 2° Cuerpo Polaco que luchó junto con los aliados al mando del mariscal Montgomery. Badowski, en calidad de suboficial paracaidista, intervino en la invasión de Normandía, luchó en Bélgica, África y finalmente en la ocupación de Alemania, en riesgosas misiones que una oportunidad le depararon una herida de bala, siendo condecorado. Múltiples fotografías que guardaba celosamente en su habitación de la pensión Saturnini testimoniaban su actividad de combatiente. En el año 1948, ingresó a nuestro país, naturalizándose. “Parece mentira, tras afrontar tantos peligros, venir a morir de esta forma bajo las ruedas de un jeep…”, comentaba Bielaj. 

Los restos del extinto -que carecía de familiares en nuestro país- fueron velados en la cochería Olivetto, siendo dejados en depósito provisorio en el cementerio local, el lunes a las 17 hs., habiendo concurrido al sepelio además de sus compañeros de la Mc Kee, autoridades del Aero Club.