No es novedad que el mercado laboral argentino se caracteriza por ser inestable y presentar un núcleo duro de trabajadores informales o no registrados. Pero, ¿quiénes constituyen en mayor medida ese núcleo? Según el INDEC, explica Cicive, “el mayor incremento de la tasa de desocupación en Argentina se da en mujeres entre 14 a 29 años, son el grupo poblacional más afectado. Y esto se vio más reflejado durante la crisis del coronavirus.” Para alcanzar su título, eligió desarrollar su tesis enfocándose en el desempleo juvenil, a nivel local: “Cuando terminé de cursar, emprendí mi búsqueda laboral, tenía ganas de independizarme, al igual que la totalidad de los jóvenes de mi edad. Veía que la cosa estaba realmente difícil. Medio que te agarra desesperación”. Esa última frase constituyó un detonante que la empujó a investigar sobre las variables que afectan a la ocupación laboral de las juventudes en Chacabuco. “Es una problemática social que requiere de medidas urgentes”, asegura.
Según Cicive, uno de los factores que más influyen a la hora de conseguir empleo es la experiencia. “Tiene mucho que ver el tema de la edad, nivel de formación, intereses y preferencias laborales, factores sociales y familiares”,indica. Los jóvenes son parte de la población “económicamente activa”, porque tienen la edad y capacidad para trabajar, pero en la mayoría de los casos, no logran conseguir empleo por un abanico de aspectos, o si consiguen, éste no figura en ningún tipo de control burocrático del Estado, sin seguro social ni protección de ningún tipo.
Hay distintas posturas en el análisis del desempleo juvenil. Por un lado, está el reducido ajuste en educación y capacitación que solicitan las empresas, por lo cual los jóvenes no están preparados para el mercado de trabajo. Acá es donde el problema del desempleo juvenil se concibe en términos de barreras que limitan la “entrada al empleo'' .Y así acumular experiencia. Por otra parte, se puede concentrar la observación de la problemática en la manera en que funciona la estructura del mercado laboral: los jóvenes pueden tener aspiraciones respecto de su inserción laboral que no se condicen con la realidad. Mientras que otra posible hipótesis de la entrevistada apunta a que este sector tienen una permanencia breve en su primer puesto de trabajo por inadecuada o poca información que los hace cesar del mismo.
Como parte del relevamiento estadístico que requería su investigación, Josefina realizó una encuesta con una pequeña muestra de 100 jóvenes de Chacabuco, entre 18 a 23 años, a los que les consultó por su nivel de escolarización. En ese marco, el 69% respondió haber alcanzado un nivel de enseñanza terciaria, el 28,6 % secundario completo y solo el 2,4% no finalizó la enseñanza media obligatoria. Del total de la muestra, el 59,5% se encontraba en ese momento inserto en el mercado laboral, pero ese mismo porcentaje lo hacían fuera de los marcos de la legalidad. Lo que Josefina consideró también destacable es que el 63,6% votó que en la mayoría de las entrevistas, la experiencia laboral fue un requisito como se mencionó previamente. Frente a la pregunta de si consideraban una condición excluyente tener un título para la obtención de un empleo, el 54,8% de los votos fueron afirmativos. Además, manifestó que el 54,4% de los encuestados no conoce programas que den respuesta a la problemática de desempleo juvenil. “Hay programas destinados al amparo de los jóvenes desempleados, pero ellos desconocen cuáles son. Tampoco se difunde la Red de Empleo Joven que pone al alcance los conocimientos más importantes a la hora de afrontar los primeros pasos en el camino de la búsqueda laboral".
