“Tomando conciencia de la relación entre la salud y la alimentación, trate de buscar un equilibrio entre lo sabroso y lo saludable”
Las razones que motivaron a los emprendedores a involucrarse con alimentos saludables son varias. En el caso de Ivana Tesei, dueña de Queques, un emprendimiento de comida para niños, su motivación fue “que los productos que hay orientados a niñes son los que más están llenos de azúcar, colorantes, aditivos, etc, desde que nació mi hijo trabaje desde casa y pude, además de que me gusta, cocinarle pero para los mapadres que trabajan fuera de casa se que es casi imposible que puedan hacerlo”. Así surge su negocio, como una solución sana, rápida y rica para los más pequeños.
En el caso de Yanina Yaber, quien tiene su marca Fresh, comenzó “tomando conciencia de la relación entre la salud y la alimentación, trate de buscar un equilibrio entre lo sabroso y lo saludable y así es que empecé a elaborar y a vender budines caseros elaborados con la menor cantidad posible de azúcar refinada y con harinas integrales”.
Juan Sosa, dueño de Rica Veggie, es muy distinto. “Cuando arrancó la pandemia empecé con los medallones saludables, soy fotógrafo de bodas y cumpleaños y como no había eventos sociales tuve que empezar a hacer otra cosa, como yo soy vegetariano se me facilitaba hacer estos medallones”, explicó.
Chacabuco, ¿en camino hacia una alternativa más saludable?
Los tres emprendedores registran un aumento significativo en la cantidad de clientes en el último tiempo. Para Yanina y Juan, la gente elige sus productos por ser caseros y sin conservantes. Ivana suma otro aporte y es la información “cada vez más se habla de la importancia de retrasar el consumo de azúcar en niños, y el etiquetado frontal pone en evidencia algunos de estos productos dirigidos a niños llenos de azúcar”.
Juan Sosa considera que tanto los conocimientos sobre salud como la información contribuyen a “conocer más alimentos y formas saludables de las que antes no sabíamos”.
Pero no es un camino sencillo, tal como explica Ivana “se sepa y se quiera a veces es difícil, porque hasta en las escuelas/jardines siguen ofreciendo estas opciones azucaradas”.
En el mismo sentido, Yaber considera que “hoy tenemos una población muy alta de celíacos y esto fue aumentando a causa de las harinas refinadas, cada vez más procesadas que pierden gran parte de su fibra y calidad nutricional”. Pero, por otra parte, considera clave encontrar el equilibrio “no irse a un extremo, para no crear más ansiedad, es una educación y de a poco se va logrando”.
A pesar de los cambios que incluye este camino hacia lo saludable, Yanina asegura que “la gente cambió el concepto de que comer sano es aburrido”.
Derribando mitos
Hace tiempo se instaló socialmente el mito de que comer saludable era caro. Sobre esta cuestión los tres emprendedores coincidieron en que eso no es verdad. Las alternativas de comprar a granel, en mercados directamente a productores, no sólo abarata costos sino que permite hacerlo de manera más ecológica -por ejemplo, evitando el uso de bolsas, plásticos y cajas-.
Para la dueña de Queques, “si dejamos de comprar paquetes y empezamos a hacer las compras en dietéticas, verdulerías, carnicerías, te das cuenta de la diferencia, no es más caro”.
Sosa, de Rica Veggie, sostiene el mismo punto “los precios de la comida industrial son caros y mucha gente se quedó en ese mito de que lo sano es caro pero no lo es, de hecho creo que es más barato”.