Con treinta y seis grados de máxima, el ingreso a las distintas escuelas estuvo repleto de chicos que corrían y reían. Algunos se reencontraron con sus compañeros, y otros, primerizos, se pegaron a sus padres. Con mochilas y guardapolvos que brillan, y haciendo malabares para que no se caiga el papel afiche que medía, en algunos casos, el doble que quienes lo llevaban, los niños y niñas se hicieron presentes en el primer día de retorno a la rutina.
No faltaron las fotos con los distintos familiares: madres, padres, abuelos y tíos, ni los abrazos con las seños o el amontonamiento antes de entrar.
Desde el Gobierno, se dispuso un operativo de tránsito que seguirá funcionando al menos en las próximas semanas, hasta que se normalice la situación. Durante la primera jornada, fue habilitado el estacionamiento alrededor de la plaza San Martín para descomprimir la cantidad de vehículos que circulan por el microcentro a la hora de ingreso a los colegios que rodean la zona.
Las seños, las profes, los chicos
Cuatro Palabras conversó con madres y niños sobre la vuelta a las clases que definieron como “un poco apresurada pero muy contentos”. Fidel, de 9 años, aseguró estar “muy contento” y mostró sus ganas de “aprender cosas nuevas y ver a mis amigos”. Otra mamá, con su hijo que comenzaba el jardín, se mostró sorprendida con el espacio que armaron los docentes para recibir a los chicos y explicó que su expectativa era que su hijo “pueda adaptarse bien".
Por otra parte, conversamos con las docentes sobre su experiencia este año. Flor es “la seño” de dos escuelas urbanas, una con niños y niñas de 9 y 10 años, y en la otra tiene alumnos de 6 y 7 años. “Fue un inicio de año como siempre, con muchos sentimientos, los chicos llegan felices, nerviosos, entusiasmados” expresó. Sobre las expectativas de este año esperan que “cada chico y chica pueda estar dentro de la escuela, que pueda cumplir su derecho a la educación, que interactúen entre compañeros, conocer nuevas personas, nuevos docentes, que tengan un espacio para disfrutar y de contención, disfrutar de sus mañanas, que logren los objetivos propuestos en cada área”. Otra cuestión clave para los y las docentes es “prepararlos como ciudadanos empáticos, respetuosos, críticos y reflexivos” agregó.
Otra profesora, en este caso de nivel secundario, comentó que espera trabajar con ansias con los y las adolescentes: “estuvimos planificando con colegas de otras áreas, con ganas de hacer nuevas actividades de ESI, de medio ambiente y de derechos humanos”. Parte de la alegría del inicio de clases fue, para ella, “recibir los de sexto que tienen su UPD (último primer día), un ritual que se realiza desde hace varios años para los jóvenes que despiden la Escuela”.
