Un límite a la prepotencia de los agrotóxicos
Fueron varias situaciones de amedrentamiento que sufrieron ella y su familia. La última de la que tomó registró Sabrina, fue durante un viaje en la ruta, cuando volvía a su ciudad. “El auto empieza a hacer un ruido muy extraño, por lo que bajé la marcha pero cuando estoy entrando a la ciudad hizo un ruido muy grande, me quedé”, cuenta a este medio. Cuando la grúa llegó a socorrerla, el chofer le
dice: “al auto le faltan tuercas, y es casi imposible sacarlas”. Por lo que una vez en el mecánico, confirma sus sospechas: habían intervenido el vehículo.
En paralelo, ese día, dejaron flores con tierra y cenizas en la puerta de su casa. Su hija las recibió y la llamó asustada. “Fue un mensaje mafioso entre tantos”, dijo. Por este motivo, el fiscal federal Matías Di Lello pidió protección especial para Sabrina Ortiz y para su familia, a través del programa
nacional de Protección de Testigos.
Se confirmó el procesamiento de Roces
La situación por la que Lilian Roces, hija de uno de los cuatro procesados por envenenamiento en Pergamino, fue también procesada sucedió algún tiempo atrás cuando ingresó al domicilio de los
padres de Ortiz y con un arma en la mano increpó a su madre al grito de “negra de mierda, la vas a encontrar muerta en una zanja a tu hija, que se deje de joder porque te vamos a prender fuego la casa”.
Más amenazas
Ya durante el 2020, Ortiz había denunciado que su padre, Pedro Ortiz, debió hacer una maniobra de escape para evitar ser embestido por una camioneta blanca que conducía uno de los imputados, y
que circulaba por la ruta Nº 32. En esa ocasión, Ortiz, se salvó. Pero el hostigamiento no frenó. El último 8 de mayo, se produjo otra situación de la que fue víctima su padre. Mientras circulaba por las calles de Pergamino, fue perseguido por dos automóviles: un Chevrolet Corsa color gris, y una camioneta blanca Peugeot Partner. “Mi papá alcanzó a ver que entre ellos estaba uno de los acusados, ese tipo anda armado y tiene antecedentes por homicidio”, dijo y aseguró: “Estamos preocupados por él y por mis hijos, sabemos que hay mucho odio, uno de los procesados mandó a decirme que iba a darme un tiro en la espalda y que me iba a dejar paralítica, de ese tipo son las amenazas”.
Al vivir en una ciudad chica, Sabrina sabe dónde viven y quiénes son sus hostigadores, pero insiste, “honestamente, no siento miedo por mí, la suerte está echada, pero sí me da mucha indignación que mi hija tenga miedo y que solo salga a la calle acompañada, ya tiene 21 años y ha tenido que vivir y escuchar muchas cosas feas, sabemos que esta gente, con tanto odio, no tiene reparos”.
Por el momento, la custodia de la Policía Federal sigue activa, y se intensificó en el último tiempo: pasan cada una hora y suelen quedarse largos ratos en la puerta de la casa. Pero, asegura, “pasan cosas raras”: aparecen muñecos de trapo en el patio, macumbas, entre otras cosas.
-¿Cómo está hoy tu salud y la de tus hijos?
-Mis hijos siguen con controles médicos y cualquier síntoma que aparece tengo que viajar con ellos al médico, porque acá en Pergamino no nos atienden. La última médica que atendió a mi hijo me dijo que no podía hacerlo porque era un compromiso para ella y nos dejó en banda. Fue terrible porque mi hijo tenía una hemorragia. En plena pandemia fuimos al Hospital y nos derivaron. Yo también sigo
con controles médicos, a veces tengo temblores, a veces se me hacen lagunas. Son secuelas que
vengo teniendo, y algunos otros problemas nuevos. Ya no quiero saber más nada con los médicos,
me niego a pensar que yo o los chicos podemos tener algo más.
-¿Qué evaluación hacés del proceso judicial como abogada y querellante?
-En principio puedo decir que no hay juzgado que haya actuado de la manera en que lo está haciendo éste. Eso lo puedo afirmar porque hemos estado participando en otras causas, hemos visto el recorrido, y no todos los jueces han tenido la firmeza que ha tenido el juez Villafuerte Ruzo. Estoy muy conforme con lo que se hizo, siempre en pos de la preservación de la salud de las personas. Todavía rige la cautelar sobre las aplicaciones. Y es muy importante, porque el poder político, desde el 2018 a la fecha, no ha presentado un solo proyecto para mejorar la calidad del agua, ni para alejar las fumigaciones de las viviendas a distancias recomendadas, para que no afecten sobre todo a los niños de la ciudad. El Intendente apela a todas las medidas, presentó un análisis del agua de Pergamino que realizó en un estudio privado que dice que el agua es óptima para consumo; cuando las muestras analizadas en el laboratorio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) determinaron que el agua de red presenta al menos 18 tipos de agroquímicos, y eso fue confirmado por la Corte Suprema de Justicia. Los peritos han sido la ayuda central de todo esto. Sabemos que hay muchas personas que están enfermas, y el Intendente se resiste a entregar agua segura.