El documental, amplía el mapa de cómo se está repensando la matriz productiva en distintos puntos del país. Lo que no cuaja, lo que no cierra.
El documental, que se presentó hace algunos días en la página del Festival Internacional de Cine Ambiental de Buenos Aires (FINCA), donde ganó como mejor película en la categoría de corto y mediometrajes con la votación del público, fue habilitado por la RENAMA para ser proyectado en funciones organizadas por grupos de productores/as, organizaciones socioambientales, municipios, centros educativos, espacios culturales, y cualquier otro que quiera promover la agroecología.
“Queremos compartir y reflexionar en las comunidades sobre qué es la agroecología, y demostrar que el camino hacia un modelo agroalimentario con el foco puesto en la biodiversidad y en la salud del suelo y de las personas, es posible y está en marcha”, aseguraron desde la Red.
“Debería ser parte de la agenda local”
Bernarda Roldán es técnica en ganadería e ingeniera agrónoma. Trabaja en asesorías en Chacabuco, Chivilcoy, Saladillo, 9 de julio, y asociada con una colega en Junín y otras ciudades. En diálogo con este medio comentó que en la ciudad hay nueve productores que trabajan bajo el formato de agroecología bajo el programa Cambio Rural, del INTA. Es un grupo bien homogéneo: hay producción ovina, vacuna, hortícola, cultivos extensivos como trigo, maíz, soja; y un productor de biofertilizantes.
“El Estado tiene mucho para aportar y se necesita un marco legal bien definido, las zonificaciones, facilitadores que controlen las aplicaciones. Que se cuide la salud de la gente, nadie quiere despertar con olor a producto químico”, aseguró. Muhape, que milita hace más de veinte años por otro modo de producción más amigable con el ambiente, asegura que el documental “sirve para pensar en diseños de modo de vida y no de muerte”. “Me parece que tenemos todo el potencial y las herramientas para que este tema hoy sea parte de la agenda local, a través del Municipio y con un Ministerio movilizando todo para que Chacabuco deje de ser un pueblo fumigado”, dijo. “El documental nos muestra no solamente una forma de sembrar sino una manera integral de plantear un futuro con salud y bienestar para nuestras comunidades en todos los aspectos, la importancia de compartir el conocimiento y experiencias que hacen de eso una comunidad con sentido común”, cerró.
Sobre el documental, Elías Sáez es director de cine y televisión oriundo de Florentino Ameghino, una ciudad de la Provincia donde se replica el avance de la sojización. Nació y se crió en el campo, fue a una escuela rural, a caballo. Hace algunos días, en conversación con Cuatro Palabras, explicaba que el documental narra “historias súper necesarias en este momento”. “En mi recorrido hubo un click, un cambio radical para pensar en ponerme a disposición de estas historias, de contar que otro mundo es posible y darle visibilidad a todo esto que no se ve, y seguramente es la solución a muchos de los problemas que tenemos, y de los que van a seguir apareciendo”, dijo.
Además, dijo que “hay demasiados fundamentos y base científica como para entender que esto no da para más, que hay cosas que hay que cambiar; probablemente hoy no se vea, pero no sabemos cuánto tiempo más puede aguantar la tierra, el ambiente, la población, pensarán abrir más hospitales oncológicos, no sé cuál es el plan”.
Algunas de las preguntas que se hace a través del documental es si ¿Hacemos agricultura para producir alimentos o dinero? ¿Es rentable producir sin venenos? ¿Cómo queremos alimentarnos? ¿Podemos imaginar una agricultura con el foco en la biodiversidad y en la salud del suelo y de las personas?
