Candela Bartomioli pertenece a Segunda Oportunidad Animal (SOA), una entidad proteccionista que rescata animales de la calle para darles un hogar. “No tenemos un número exacto, pero seguramente ya rescatamos más de 400 animales”, explica Bartomioli. En tránsito, actualmente, tienen alrededor de 20 mascotas que buscan un hogar definitivo.
Los gastos son amplios, eso se sabe, ya que los animales que son rescatados suelen estar en un completo estado de abandono, desnutridos, lastimados, sin vacunas y sin castrar. “Nosotros no recibimos subsidios ni nada porque no somos una ONG, es todo a voluntad de la gente que nos conoce, que nos sigue en redes y sabe el gran trabajo que hacemos”, señala.
“Las veterinarias nos abrieron cuentas corrientes porque saben que cumplimos, por suerte la gente siempre está. A principio de mes, Molino Chacabuco nos dona cuatro bolsas de 20 kilos de alimento y la distribuidora Abeleyra también nos da donaciones”, explica Candela, quien además señala que la gente también suele colaborar con alguna bolsa.
Desde SOA cubren también los gastos de alimentos de muchos de los tránsitos que se realizan.
Otra forma de generar financiamiento es a través de rifas que realizan desde sus redes sociales y a través de la venta de productos propios con el nombre de la entidad, como llaveros y tazas.
La problemática y una solución complicada
En Chacabuco, constantemente vemos al andar por la calle muchísimos perros que se encuentran abandonados. Algunos alimentados por un grupo de vecinos, otros a la deriva, pero es una situación que se observa a simple vista en cada cuadra de la ciudad.
“Desde que se dividió Zoonosis de Bromatología las cosas cambiaron para bien, pero necesitamos más, especialmente campañas de concientización para que la gente se ocupe de castrar gatos, gatas, perros y perras”, expresa la vecina y agrega “Argentina está sobrepoblada de animales y la única forma de parar el caos es castrando”.