Como cada 27 de junio, hoy se celebra el Día del Trabajador Estatal. La fecha fue oficializada por ley hace diez años y se la considera feriado para quienes se desempeñan en la administración pública. “Cada gestión tuvo sus matices, y aunque obviamente es un lugar político, para mí lo principal es estar dispuesto a laburar teniendo en cuenta que se trata de algo público y que se atiende a los vecinos, por eso siempre busqué tener la mayor predisposición y respeto. A veces se puede y a veces no, pero ese es mi principal objetivo. Uno se debe a la función pública”, asegura Martín Pastore que lleva casi veinte años trabajando en el Estado.
- ¿Qué valor simbólico tiene ser un trabajador estatal?
-Por lo menos para mí, ser un trabajador estatal es estar al servicio de la comunidad, a través de las distintas actividades que tiene el Estado. En definitiva, es ser un servidor público. Y eso tiene un gran valor simbólico.
- ¿De qué manera los distintos sectores de la comunidad valoran el trabajo que hacen?, ¿y los Gobierno?
-En general, se valora mucho el trabajo de los empleados estatales. En estos últimos años, se ha degradado mucho ese concepto por parte de algunos sectores que repiten “que son ñoquis, que no quieren trabajar”, resulta a veces vergonzoso. Es una vergüenza que sectores del Ejecutivo descalifiquen de esa manera. Pero en general, creo que se valora, aunque hay una especie de mal concepto que pesa sobre nosotros.
- ¿Qué compromiso implica trabajar para la comunidad y no para el sector privado?
-Creo que Chacabuco no escapa a la mayoría de los municipios, y a la situación actual del país. Vivimos con una inflación grande, y generalmente tenemos aumentos que no logran llegar al coeficiente de inflación. En estos últimos años se ha perdido mucho poder adquisitivo y lo vamos a seguir perdiendo supongo.
