Es un hecho que las generaciones más jóvenes pueden usar celulares, tablets y navegar por internet sin ningún problema. Sin embargo, en el mundo de las nuevas tecnologías existe una brecha generacional, especialmente entre las personas mayores de 65 años, que les obliga a adaptarse a la nueva era para no estar socialmente aislados. Uno de los grandes retos de nuestro tiempo es lograr que está parte de la población no se sienta excluida ante los desarrollos tecnológicos, y que también pueda beneficiarse de las múltiples ventajas que ofrecen, y que pueden beneficiar su día a día. Algunos de estos beneficios son: 1) la activación de funciones cognitivas: aprender a utilizar las diferentes tecnologías de la información y la comunicación nos permite activar nuestras funciones de pensamiento cognitivo. “Saber cómo” y “aprender algo nuevo” crea nuevas conexiones neuronales, poniendo en acción la atención, concentración y memoria (recordando los pasos para realizar una determinada acción). Diversos estudios han concluido que el aprendizaje de nuevas tecnologías estimula la actividad mental de las personas mayores, y ayuda a reducir la incidencia de enfermedades mentales como el Alzheimer; 2) la creación y/o conservación de vínculos: si bien ninguna tecnología puede reemplazar la interacción cara a cara, los servicios de chat de video, pueden complementar las interacciones sociales para las personas mayores, mediante las videollamadas y las redes sociales que permiten a las personas mayores mantenerse en contacto con sus seres queridos a distancia; 3) la ayuda al control de la salud: las herramientas online simplifican el proceso de actualización y acceso a la información de salud para adultos mayores. Las aplicaciones para los celulares inteligentes y los sistemas de seguimiento de salud pueden apoyar a las personas mayores y a sus cuidadores o familiares a rastrear y acceder fácilmente a información cómo: historial médico, contactos médicos, horarios de medicamentos y estado de salud. Además, de la existencia de programas de tecnología cómo: rehabilitación cognitiva o ejercicios mentales; GPS para pacientes con deterioro cognitivo; calendario de citas, control de presión arterial, pulso y glucosa; monitor de medicación y de actividad física, entre otros. La implementación de capacitaciones o cursos dictados, especialmente, para adultos mayores, en relación a la tecnología, sería una buena forma de inclusión y motivación, dado que no se pueden poner barreras entre el adulto mayor y la tecnología, ya que esta última le va a permitir traspasar las propias barreras que le da la edad: físicas y mentales. Desde acceder a un banco en su propia casa, hasta aprender un nuevo idioma; escuchar música que no encuentran en las radios modernas, leer sus letras; investigar su árbol familiar. Son todas herramientas para mejorar sus vidas, y por qué no, acercarlos al resto de la población, que también tiene mucho que aprender de ellos.