El predio, ubicado en calle Pellegrini y Dr. Fernández, tiene dimensiones que le permiten a la comunidad educativa de la Universidad Tecnológica Nacional pensar en la construcción de una sede que sea el puntapié inicial de la Facultad Regional.
“Hay un diseño en el que trabajó la arquitecta Patricia Sorichillo, y si pudiéramos concretarlo sería más que un sueño, están contempladas distintas dependencias, desde lo administrativo, hasta SUM, buffet, espacios verdes, y por supuesto más comodidad para las aulas”, explicó Pablo Pannunzio a este medio. Además, “el pase a Facultad Regional implicaría contar con un presupuesto propio que permite, a su vez, llevar a cabo otras actividades como equipos de investigación, actividades culturales, se abre otro abanico interesante”.
Esa autonomía les daría la posibilidad de funcionar de forma independiente del Municipio y ampliar la oferta educativa, “para poder abrir carreras de ingenierías, que son posibles con infraestructura, por eso este es un primer paso fundamental, necesario, aunque lo que queda por delante es mucho”.
En otro orden de cosas, el Coordinador del Aula Chacabuco señaló que ya están pidiendo mayor presupuesto a nivel ministerial y rectorado, “para poder conseguir más cargos para otras carreras, aún antes de poder lograr la construcción del edificio”.
En ese sentido, aseguró que la ciudad “necesita ampliar su oferta educativa y direccionar, hay que pensar carreras universitarias en función de su perfil productivo, nos están faltando ingenierías, poder multiplicar la oferta de tecnicaturas, se están necesitando más allá de la construcción de una nueva sede, pero lo cierto es que para eso se necesita más espacio u otra banda horaria para que quienes trabajan puedan cursar, el año que viene estamos al límite de nuestra capacidad”.
“Una ciudad como la nuestra tiene mucho potencial productivo, las empresas están tomando permanentemente nuevos profesionales y técnicos, de hecho no nos alcanzan los egresados para cubrir esa demanda, todos están trabajando”, agregó.
La Asociación Civil UTN, es una agrupación de vecinos que colabora con el funcionamiento del aula local a través de la implementación de proyectos que contribuyen al desarrollo de la institución. Según explicó Pannunzio, “fueron ellos quienes gestionaron la ampliación y el equipamiento de la sede actual y quienes tuvieron el primer contacto con Darío Golía, quien generó esta posibilidad”.
