domingo. 22.12.2024

Vivir a mi modo

El frente del comedor de “El Stud” combina el estilo colonial de sus faroles con puertas y ventanas amplias propias de las construcciones rurales, que dan luz a un interior donde dominan las paredes con ladrillos a la vista, característicos de las construcciones de adobe. Las sillas y las mesas de madera con manteles están todas ocupadas, y generan un color y clima cálido que se inunda de aromas de parrilla y pasta recién servida. Noelia Ontiveros, propietaria del lugar, nos cuenta en una entrevista exclusiva cómo surgió “El Stud”, Restaurante de Campo.

 

Mi lugar es acá

“Nací en Castilla y siempre sentí que era mi lugar, al igual que el resto de mi familia”, expresa Ontiveros, y al hablar del proyecto, que se encuentra en una etapa floreciente, con una respuesta masiva por parte de un público que trasciende las fronteras del Partido de Chacabuco, señala que
“es apenas la primera parte de una propuesta turística rural, que piensan desarrollar y ampliar para sumarle la posibilidad de hospedaje”.

 

La historia

“Uno de mis hermanos compró este lugar hace años, pero como ahora vive en Portugal, quedó un poco abandonado. Siempre pensé en reconvertir este espacio, pero no se me ocurría en qué. En medio de todo eso, otro de mis hermanos que le daba uso a este lugar con caballos de carreras, falleció. Todo esto me trajo otros sentimientos hacia este lugar que lo hacen muy especial, me trae paz porque me recuerda a él y a las charlas que teníamos junto con mi mamá, en la que empezamos a darle forma a este sueño imaginando que él sería el asador, mi mamá la cocinera y yo me dedicaría a atender. Con esto estoy cumpliendo ese deseo familiar.

 

Los roles y una hermana que vuelve

“El Stud es un negocio bien familiar, cada integrante tiene un rol particular en un trabajo articulado que da como resultado el servicio que prestamos acá. Mi mamá es quien hace los postres, mi marido organiza un poco todo, recibe y atiende a la gente. Mi hermana, sorpresivamente decidió dejar su trabajo en Buenos Aires y se vuelve a vivir a Castilla, así que voy a tener el apoyo de ella, que va a ser mi mano derecha. La verdad que entre familia se lleva mejor a cabo y todos damos lo máximo de
cada uno para que resulte en un mejor servicio”, explicó la propietaria.

 

Desbordados por las reservas

El auge del turismo rural que se dio post pandemia se debió, entre otras cosas, al cansancio del encierro, que hizo que la gente busque estos pueblos para disfrutar del aire libre, la tranquilidad y la comida casera que los caracteriza. En base a esto, luego de concretar un proyecto inicial pensado para atender 40 personas, Ontiveros manifestó que “tuvimos que expandirnos para dar respuesta a la demanda de un público mayor. Planeamos agrandar el local, agregamos estufas para ambientar el patio y como para el verano tenemos muy buena sombra, sabemos que vamos a contar con la posibilidad de darle un considerable crecimiento a la capacidad de El Stud”. Cabe destacar que para asistir al lugar las reservas se deben realizar con suficiente antelación telefónicamente al 2352 52-9215.

 

“Tengo mucha fe en el turismo rural”

Ontiveros se encuentra cursando estudios vinculados a la actividad y señaló que “estoy realizando cursos y tengo mucha fe que el turismo rural va a sacar el pueblo adelante. La vecina que vende una mermelada puede sumarse, el vecino que tenga unos caballos para paseo, también; cada uno debe transformar lo que sabe hacer para poderlo brindar y transformarlo económicamente, de manera que esto redunde en un bienestar para todos”, expresó.

 

“Peñas folklóricas, baile y cervecería”

“En la inauguración de El Stud, el año pasado, se llegó a atender 250 personas con el mejor servicio, pero el objetivo es ir por más”, manifestó la emprendedora turística, quien agregó que “planificamos consolidar las peñas folclóricas en el lugar y las noches de bailes con show incluido. En invierno pensamos en un una peña folklórica los domingos con menú de campo y por la tarde las actuaciones musicales”, finalizó.

Vivir a mi modo